Informes de Perspectivas de la Economía Mundial

Abordar las divergencias mundiales

Octubre de 2023

La recuperación mundial es aún lenta, con crecientes divergencias regionales y poco margen de error para las políticas

El pronóstico de base es que el crecimiento mundial se modere de 3,5% en 2022 a 3,0% en 2023 y 2,9% en 2024, muy por debajo del promedio histórico (2000–19) de 3,8%. Se prevé que, en las economías avanzadas, la desaceleración sea de 2,6% en 2022 a 1,5% en 2023 y 1,4% en 2024, conforme el endurecimiento de las políticas empiece a surtir efecto. Para las economías de mercados emergentes y en desarrollo, se proyecta una disminución moderada de 4,1% en 2022 a 4,0% en 2023 y 2024. Se pronostica que la inflación mundial se reduzca a un ritmo constante, de 8,7% en 2022 a 6,9% en 2023 y 5,8% en 2024, debido al endurecimiento de la política monetaria y con la ayuda de los menores precios internacionales de las materias primas. Se proyecta que, en general, la inflación subyacente descienda más gradualmente, mientras que, en la mayoría de los casos, no se prevé que la inflación retorne al nivel fijado como meta hasta 2025.

Las medidas y los marcos de política monetaria son cruciales en la coyuntura actual para mantener ancladas las expectativas de inflación. En el capítulo 2, se documentan las tendencias recientes de las expectativas inflacionarias a corto y mediano plazo y entre diferentes agentes económicos. Se hace hincapié en el papel complementario que desempeñan los marcos de política monetaria, incluidas las estrategias de comunicación, a la hora de gestionar las expectativas inflacionarias de los agentes para facilitar la desinflación con menor perjuicio del producto. Dadas las crecientes inquietudes acerca de la fragmentación geoeconómica, en el capítulo 3 se analiza la forma en que las perturbaciones en el comercio mundial de materias primas pueden incidir en los precios de esos productos, en la actividad económica y en la transición a la energía verde.

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Tabla de projecciones

Capítulos disponibles

Capítulo 1: Perspectivas y políticas mundiales

Las perspectivas divergentes de crecimiento en las distintas regiones son un obstáculo que entorpece el retorno a las tendencias del producto observadas antes de la pandemia. Pese a las señales de resiliencia a comienzos de 2023, es de prever que el efecto del endurecimiento de las políticas para reducir la inflación enfríe la actividad económica de ahora en adelante. Aunque están más equilibrados que antes gracias a que las autoridades suizas y estadounidenses actuaron con decisión para contener la turbulencia financiera, los riesgos para las perspectivas no dejan de inclinarse hacia un deterioro de la situación, lo que implica que las políticas tienen un margen de error reducido. La política monetaria debe mantener su curso para lograr que la inflación descienda a los niveles fijados como meta, en tanto la consolidación fiscal es necesaria para abordar la escalada de los niveles de deuda. Las reformas estructurales son cruciales para reactivar el crecimiento a mediano plazo en un contexto de escasos márgenes de maniobra para la aplicación de las políticas. Para acelerar la transición verde, incrementar la resiliencia a los shocks climáticos y mejorar la seguridad alimentaria de millones de personas, es necesario contar con marcos multilaterales reforzados y participar en las plataformas de cooperación internacional basadas en reglas.

Capítulo 2: Gestionar las expectativas: Inflación y política monetaria

En 2022, la inflación en el mundo tocó máximos no registrados en varias décadas. Desde entonces, la inflación general ha disminuido, pero los indicadores de la inflación básica han sido más rígidos. La fuerte inflación experimentada en los últimos dos años podría dar lugar a expectativas de una inflación persistentemente alta, lo que obstruiría las trayectorias que los bancos centrales habrían de seguir para lograr que la inflación retorne a los niveles fijados como meta. En el capítulo 2, se resume la evolución reciente de las expectativas de inflación en todo el espectro de economías, agentes y horizontes. Según análisis empíricos, las expectativas de inflación a corto plazo están incidiendo cada vez más en la dinámica inflacionaria. Empleando un método basado en un modelo, se halla que los shocks inflacionarios de la oferta son duraderos y que la política monetaria pierde eficacia si las expectativas tienen carácter retrospectivo. Pero al mejorar los marcos de política monetaria, incluidas las estrategias de comunicación, se puede ayudar a fundamentar mejor las expectativas de los agentes y lograr que la inflación retorne al nivel fijado como meta más pronto y con menos merma del producto, complementando así las políticas cíclicas normales.

Capítulo 3: Fragmentación y mercados de materias primas: Vulnerabilidades y riesgos

La invasión rusa de Ucrania provocó la fragmentación de los principales mercados de materias primas y las tensiones geopolíticas podrían agravar aún más la situación. En el capítulo 3, se examina cómo nuevos trastornos en el comercio de materias primas podrían incidir en los precios de esos productos, en la actividad económica y en la transición energética. Las conclusiones son cuatro. Primero, las materias primas son especialmente vulnerables a la fragmentación debido a la concentración de la producción, el consumo que es difícil de sustituir y su crucial importancia para las tecnologías. Segundo, una mayor fragmentación causaría fuertes vaivenes de los precios de las materias primas y más volatilidad. Tercero, las perturbaciones en el comercio de materias primas tendrían repercusiones muy desiguales en los diferentes países, aunque a escala mundial las pérdidas parecen ser moderadas gracias a efectos compensatorios en los distintos países. Como dependen mucho de las importaciones agrícolas, los países de ingreso bajo tendrían que asumir una proporción excesiva del costo económico. Cuarto, la fragmentación de los mercados de minerales elevaría el costo de la transición energética, algo que, en un escenario ilustrativo, reduciría en un tercio la inversión en energías renovables y vehículos eléctricos de aquí a 2030. Un acuerdo en torno a un corredor verde podría garantizar el flujo internacional de minerales críticos. La adopción de acuerdos similares sobre materias primas alimentarias esenciales podría estabilizar los mercados de productos agrícolas. Este tipo de acuerdos podrían salvaguardar los objetivos mundiales de prevenir el cambio climático y la inseguridad alimentaria.