Credit: IMF Photo/Jeenah Moon

La elevada incertidumbre económica puede poner en peligro la estabilidad financiera mundial

Las incógnitas aumentan el riesgo de volatilidad en los mercados financieros y de un pronunciado descenso del crecimiento económico

La incertidumbre no es tan fácil de medir como los indicadores tradicionales, por ejemplo el crecimiento y la inflación, pero los economistas han desarrollado algunas medidas fiables.

Uno de los indicadores más conocidos es el índice de incertidumbre de política económica, que lleva el conteo de los artículos de publicaciones importantes que mencionan las palabras incertidumbre, economía y políticas. Otros reflejan la diferencia entre los datos económicos publicados y las previsiones de los economistas.

Con medidas como estas en niveles aún elevados tras años de perturbaciones causadas por la pandemia, la escalada de la inflación, el deterioro de la situación geopolítica y la guerra, los desastres climáticos y los rápidos avances de la tecnología, ahora entendemos mejor cómo ese aumento de la incertidumbre puede poner en peligro la estabilidad financiera. Puede agravar los riesgos de turbulencias en los mercados financieros, retrasar las decisiones de consumo y de inversión de particulares y empresas y propiciar una restricción de la oferta de crédito por parte de los prestamistas.

Una observación importante es que la incertidumbre sobre la economía puede no estar siempre en sintonía con la incertidumbre que se refleja en los mercados financieros. Como mostramos en un capítulo del Informe sobre la estabilidad financiera mundial, la desconexión entre la elevada incertidumbre económica y la baja volatilidad de los mercados financieros puede mantenerse en el tiempo. Pero si la volatilidad del mercado vuelve a dispararse como consecuencia de un shock, las consecuencias para la economía pueden tener un alcance mucho mayor.

Si los indicadores de la incertidumbre económica subieran como lo hicieron durante la crisis financiera mundial, lo que consideramos el decil inferior de los resultados potenciales de crecimiento económico —también conocido como riesgo de que se materialice un evento de deterioro extremo, o riesgo de cola— descendería 1,2 puntos porcentuales. Esto significa que si el crecimiento proyectado de la economía mundial era del 0,5% en un escenario adverso, la previsión ahora sería de una contracción del 0,7%.

Estos impactos económicos pueden variar de unos países a otros. Estos efectos también pueden verse amplificados cuando los niveles de deuda pública y privada son altos en comparación con el tamaño de una economía determinada.

En términos más generales, una elevada incertidumbre económica puede amplificar lo que denominamos la disyuntiva de estabilidad macrofinanciera asociada con unas condiciones financieras laxas. Cuando las condiciones financieras se relajan, las expectativas de crecimiento económico suelen elevarse y los riesgos de deterioro de la economía se reducen el primer año. Esto se debe a factores como el descenso de las tasas de interés, el aumento de las valoraciones de los activos, la reducción de los diferenciales crediticios y la menor volatilidad del mercado bursátil. Sin embargo, las condiciones financieras laxas pueden aumentar las vulnerabilidades de la deuda, lo que agrava los riesgos de que el crecimiento económico se deteriore más adelante.

Nuestro análisis muestra que una desconexión entre la economía y el mercado incrementa la probabilidad de que, tras un shock adverso, la volatilidad de los mercados financieros se dispare súbitamente y los precios de los activos caigan con fuerza.

 

Es importante que las autoridades reconozcan los daños que podría causar la incertidumbre económica, también porque pueden propagarse a otros países por la vía del comercio y los vínculos financieros. Estos vínculos financieros tienen el potencial de causar un contagio financiero internacional.

Las autoridades deben contribuir a mejorar la certidumbre reforzando la credibilidad de sus marcos, por ejemplo mediante la adopción de reglas de política fiscal y monetaria respaldadas por instituciones sólidas. Además, un aumento de la transparencia y unos marcos bien diseñados de comunicación de las políticas pueden orientar mejor las expectativas del mercado, al hacer más predecibles las decisiones de políticas y su transmisión a la economía real.

Como la elevada incertidumbre intensifica los efectos de las vulnerabilidades de la deuda sobre la economía real, las autoridades deberían utilizar proactivamente políticas macroprudenciales adecuadas para limitar esos riesgos. Esto es especialmente importante cuando las condiciones financieras son laxas y parecen desconectadas de la elevada incertidumbre en torno a la economía en general. Además, las políticas fiscales deberían dar prioridad a la sostenibilidad, con miras a evitar que la abultada deuda pública incremente los costos de endeudamiento, lo que, a su vez, podría socavar la estabilidad macrofinanciera.

 

Este blog se basa en el capítulo 2 de la edición de octubre de 2024 del Informe sobre la estabilidad financiera mundial, “Estabilidad macrofinanciera en un contexto de elevada incertidumbre económica mundial”.