Las instituciones financieras débiles, la regulación y supervisión inadecuadas y la falta de transparencia han estado en el centro de las crisis financieras mundiales. Esto ha puesto de relieve la importancia de la supervisión y la gestión de los riesgos sistémicos, y, por este motivo, el FMI ha redoblado sus esfuerzos para ayudar a los países a apuntalar la solidez de sus sistemas financieros.
El sistema financiero de un país comprende las entidades de préstamo bancarias y no bancarias, las empresas de seguros, los mercados de valores y los fondos de inversión. También abarca los sistemas de compensación, los sistemas de servicios de pagos, los bancos centrales y los sistemas regulatorios y de supervisión financiera. Estas instituciones aportan el marco necesario para efectuar transacciones económicas y conducir la política monetaria, y para canalizar el ahorro hacia la inversión, promoviendo así el crecimiento económico.
Cuando se producen, las crisis financieras pueden tener efectos de gran alcance: pueden agravar las desaceleraciones económicas, desencadenar fugas de capital y reducir los tipos de cambio; afectar la intermediación financiera y socavar la política monetaria; y producir importantes costos fiscales derivados del rescate de instituciones financieras en dificultades. Como las instituciones financieras y los países están cada vez más conectados, los shocks financieros en una región pueden propagarse con rapidez a través de los sectores financieros y las fronteras. De ahí que los sistemas financieros resilientes, bien regulados y debidamente supervisados sean esenciales para la estabilidad económica y financiera. El personal técnico del FMI también resalta los vínculos cruciales entre la estabilidad financiera, la profundidad financiera y la inclusión financiera.
El FMI promueve la solidez de los sistemas financieros en los países mediante la supervisión bilateral y multilateral, los programas de préstamo y el fortalecimiento de las capacidades.
El FMI proporciona periódicamente a todos los países miembros asesoramiento sobre políticas, mediante lo que se conoce también como la consulta del Artículo IV, en la que se examina la evolución y las políticas macroeconómicas y financieras de cada país. En las consultas del Artículo IV, el FMI hace más hincapié en los riesgos sistémicos del sector financiero y en cuestiones macrofinancieras, es decir, los efectos secundarios que se propagan del sector financiero y otros sectores a la economía, y viceversa.
El objeto de la supervisión multilateral del FMI es detectar riesgos y promover políticas que propicien condiciones financieras mundiales ordenadas. El Informe sobre la estabilidad financiera mundial del FMI evalúa los principales acontecimientos en los mercados financieros y las vulnerabilidades sistémicas. Las Notas sobre efectos de contagio presentan los estudios del FMI acerca de ese tema, y aparecen en Perspectivas de la economía mundial. Otros ejemplos de supervisión multilateral son los Ejercicios de Alerta Anticipada, que realizan en forma conjunta el FMI y el Consejo de Estabilidad Financiera (CEF), y los proyectos regionales de supervisión del sector financiero que abarcan América Central, la Unión Económica y Monetaria del África Occidental, la Comunidad Económica y Monetaria de África Central, la Unión Monetaria del Caribe Oriental y la Unión Europea. En los informes de Perspectivas económicas regionales también se analizan a menudo cuestiones relacionadas con el sector financiero.
La supervisión financiera eficaz a nivel bilateral y multilateral es una prioridad estratégica fundamental para el FMI. Tras el Examen Trienal de la Supervisión de 2014, el personal técnico del FMI llevó a cabo un importante esfuerzo para integrar y profundizar los análisis de riesgos y efectos de contagio y para mejorar la cobertura e integración de cuestiones macrofinancieras en las consultas del Artículo IV, para lo cual hizo que la supervisión macrofinanciera sea un componente habitual de dichas consultas.
El FMI ha definido indicadores de solidez financiera básicos para evaluar los puntos fuertes y las vulnerabilidades de los sistemas financieros, y apoya las iniciativas de los países para compilar y divulgar esos indicadores. La encuesta sobre acceso a servicios financieros que realiza el FMI contribuye a ampliar los esfuerzos para compilar datos sobre inclusión financiera.;
Este programa proporciona a los países miembros una evaluación a fondo e integral de sus sistemas financieros. De carácter voluntario cuando fue introducido, el PESF ahora es un componente obligatorio de las consultas del Artículo IV con países cuyos sistemas financieros son de importancia sistémica.
Los programas de préstamo respaldados por el FMI suelen incluir medidas para reforzar los sistemas financieros de los países miembros. Por ejemplo, el FMI puede ayudar a los países miembros en sus entornos institucionales a vigilar y abordar el riesgo sistémico, detectar y diagnosticar problemas en el sistema financiero, elaborar estrategias para reformas sistémicas y reestructuraciones de bancos y garantizar que tales estrategias sean coherentes con las políticas macroeconómicas y otras políticas estructurales y puedan apoyarse en ellas.
El fortalecimiento de las capacidades ayuda a los países miembros a desarrollar y reforzar sus sistemas financieros. La asistencia del FMI puede incluir capacitación y asesoramiento sobre los marcos de las políticas monetaria y macroprudencial, gestión de la deuda o desarrollo de los mercados cambiarios y de capital. También puede abarcar el diseño de sistemas de pagos y mecanismos de garantía de depósitos, la regulación y supervisión de instituciones financieras, la preparación para crisis, la gestión de crisis, las resoluciones bancarias y la gestión de gobierno y transparencia de los bancos centrales.
Última actualización en marzo de 2023
