Informe sobre la estabilidad financiera mundial
Informe sobre la estabilidad financiera mundial
octubre de 2018
Resumen Ejecutivo
Resumen Ejecutivo
En los 10 años transcurridos desde la crisis financiera mundial, se han afianzado los marcos de regula-ción y el sistema bancario ha adquirido mayor fortaleza, pero también han surgido nuevas vulnerabilida-des, y la resiliencia del sistema financiero mundial aún no ha sido puesta a prueba. Desde la última edición del Informe sobre la estabilidad financiera mundial (informe GFSR), los riesgos a corto plazo para la esta-bilidad financiera mundial han aumentado en cierto grado, pero las condiciones financieras siguen siendo acomodaticias en términos generales y respaldan el crecimiento a corto plazo. No obstante, los riesgos podrían exacerbarse drásticamente si aumentaran las presiones en las economías de mercados emergen-tes o si se agravaran las tensiones comerciales. Mientras tanto, los riesgos a medio plazo siguen siendo elevados, ya que las condiciones financieras favorables propician la continua acumulación de vulnerabili-dades financieras.Capítulo 2 La reforma regulatoria 10 años después de la crisis financiera mundial: una mirada hacia atrás, otra hacia adelante
La crisis financiera mundial obligó a rediseñar la arquitectura regulatoria del sistema financiero. Se formularon nuevas normas, herramientas y prácticas, y se puso en marcha su aplicación en todo el mundo, iniciativa a la que el FMI contribuyó de forma crucial.
En este capítulo se examinan, de manera retrospectiva, las principales fallas en la supervisión del sector financiero antes de la crisis, y se evalúan los avances en la ejecución del programa de reformas que fue diseñado para corregirlas. Se analiza además si los cambios ocurridos desde la crisis en la estructura del mercado y en los riesgos del sistema financiero mundial han ido en la dirección que procuraba introducir el nuevo programa regulatorio, es decir, hacia una mayor seguridad.
La evaluación muestra que un decenio después de la crisis financiera mundial se ha avanzado bastante en la reforma de las reglas mundiales que rigen el sector financiero. Del amplio programa de reforma establecido por la comunidad internacional han surgido nuevas normas que han contribuido a una mayor resiliencia del sistema financiero, el cual ahora está menos apalancado, goza de mayor liquidez y está mejor supervisado. Entre los logros clave está la implementación de los acuerdos de capital y liquidez de Basilea III y la adopción generalizada de las pruebas de tensión para el sector bancario. Se han restringido los tipos de banca paralela más estrechamente identificados con la crisis financiera mundial, y la mayoría de los países ahora cuentan con autoridades macroprudenciales y con algunas herramientas que les permiten vigilar y contener los riesgos que afectan la totalidad del sistema financiero. Además, la supervisión bancaria se ha intensificado, sobre todo de los bancos grandes, y se han mejorado los regímenes de resolución, a la vez que ha disminuido la expectativa de rescates por parte del gobierno.
En una mirada prospectiva, el capítulo también identifica los ámbitos que exigen consolidación o mayores avances. Las prioridades clave consisten en concluir la implementación del coeficiente de apalancamiento y de los marcos para la resolución transfronteriza de bancos y para la solvencia de los aseguradores. Las autoridades macroprudenciales también deben contar con un conjunto adecuado de herramientas con las cuales se puedan contener los riesgos sistémicos. Es necesario avanzar sobre el progreso ya logrado en asuntos tales como las prácticas de remuneración de los bancos y el uso de las calificadoras de crédito, pero quizá también se necesiten nuevas ideas.
Los esfuerzos de reforma del sector financiero deben seguir coordinándose a nivel internacional. Es recomendable analizar el impacto más general de las reformas 10 años después de la crisis financiera mundial, así como evaluar y abordar cualquier consecuencia imprevista de las reformas. El FMI respalda un enfoque proporcional para la regulación y supervisión, en virtud del cual la complejidad de las normas técnicas y los esfuerzos de supervisión y escrutinio guardan proporción con la importancia sistémica de la institución y la importancia mundial de la jurisdicción. Un repliegue de las reformas podría engendrar oportunidades para el arbitraje regulatorio y propiciar una carrera destructiva en materia de regulación y supervisión, que podría socavar la seguridad del sistema financiero mundial y poner en peligro la estabilidad financiera.
A medida que el sistema financiero continúa evolucionando y que surgen nuevas amenazas para la estabilidad financiera, los reguladores y supervisores deben permanecer alertas a los riesgos. Debe darse prioridad a la supervisión de ámbitos nuevos como la tecnología financiera (fintech) y la ciberseguridad, y se recomienda la vigilancia continua del perímetro de regulación prudencial, en aspectos como el sector de gestión de activos. Por último, ningún marco regulatorio puede reducir a cero la probabilidad de una crisis, así que los reguladores no deben darse por satisfechos. Los acontecimientos recientes que se documentan en este capítulo demuestran que los riesgos pueden migrar a nuevos ámbitos, y los reguladores y supervisores deben permanecer atentos a esta evolución.