Por Chris Lane
Sin financiamiento adecuado, las mejores intenciones de la comunidad internacional expresadas en los ODS seguirán fuera de nuestro alcance.
Por lo tanto, en vista de los recientes reveses en el financiamiento para el desarrollo, las autoridades económicas deberían centrar la atención en la necesidad de contar con estrategias nacionales decisivas para que estas mejores intenciones puedan transformarse en realidad. Los recursos necesarios podrían canalizarse mediante una combinación de medidas para movilizar ingresos, atraer financiación privada y apoyar el desarrollo del sector financiero. Las autoridades económicas deberán emprender acciones colectivas y practicar un “nuevo multilateralismo” en apoyo de los objetivos mundiales.
Un nuevo estudio de las Naciones Unidas , preparado con importantes contribuciones del FMI, el Grupo Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y otros organismos de las Naciones Unidas, presenta un análisis profundo de cómo los países y la comunidad internacional están movilizando el financiamiento necesario.
Las necesidades de financiamiento no son pequeñas. Según un estudio realizado por el FMI a comienzos de este año, las necesidades adicionales de gasto anual de aquí a 2030 serían de USD 2,6 billones en los mercados emergentes y los países de bajo ingreso para ofrecer a las poblaciones en aumento educación, salud, energía, carreteras, agua y saneamiento en el marco de los ODS más importantes. El desafío del financiamiento es particularmente grande en los Estados frágiles y de bajo ingreso, ya que parten de una situación inicial precaria, su población está creciendo rápidamente y, en la mayoría de los casos, su trayectoria de bajo crecimiento representa una quinta parte de las necesidades totales de financiamiento.
El informe de las Naciones Unidas también señala que algunos acontecimientos recientes pueden dificultar la movilización de financiamiento: el crecimiento mundial probablemente haya alcanzado su nivel máximo; las restricciones comerciales se están intensificando; algunos mercados emergentes están experimentando reversiones de los flujos de capitales, y los riesgos de la deuda están aumentando, con unos 30 países de bajo ingreso en situación de alto riesgo de sobreendeudamiento o que ya se encuentran en situación de sobreendeudamiento (véase también el blog del FMI La deuda como obstáculo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible ). Estamos, en efecto, en un “ momento delicado ” para la economía mundial, como señaló la Directora Gerente del FMI a principios de este mes.
Cómo abordar el desafío del financiamiento
El Informe sobre financiamiento para el desarrollo sostenible presenta más de 40 recomendaciones específicas a los Estados miembros de las Naciones Unidas para alinear mejor el financiamiento con las inversiones en los ODS. Cuatro propuestas merecen especial atención:
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Elaborar un marco de financiamiento . El financiamiento suele ser la parte más débil de los planes nacionales relacionados con los ODS: un estudio reciente demostró que más de tres cuartas partes de los 107 planes nacionales no contienen detalles sobre costos o financiamiento. El informe formula recomendaciones concretas sobre cómo poner en práctica un marco de financiamiento e ilustra cómo algunos países elaboraron planes para identificar flujos tanto públicos como privados.
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Estrategias de ingresos a mediano plazo . El informe recomienda forjar un consenso nacional en torno a las estrategias de ingresos a mediano plazo que pueda respaldar las reformas a lo largo del ciclo político, poniendo de relieve el vínculo entre ingresos adicionales y servicios públicos eficaces y equitativos. Indonesia ofrece un buen ejemplo de una ambiciosa estrategia de ingresos que apunta a incrementar el ingreso de 10% a 15% del PIB a mediano plazo (como se explica en este libro del FMI ). Las estrategias de ingresos pueden verse reforzadas por la coordinación mundial de la reforma de la tributación internacional de las empresas.
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Medidas para respaldar la sostenibilidad de la deuda. Un análisis a fondo de los riesgos de la deuda ofrece un amplio abanico de medidas para ayudar a los países a detectar vulnerabilidades en una etapa temprana y gestionar mejor su deuda. El informe destaca que cada situación de crisis de deuda es diferente y analiza los esfuerzos y desafíos actuales para reestructurar la deuda en Gambia, la República del Congo y Mozambique.
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Prepararse para crisis futuras. Es posible que incluso los mejores planes, estrategias y herramientas no ayuden a los países en desarrollo a prepararse adecuadamente para futuras crisis financieras y efectos de contagio de las economías avanzadas. El informe reitera la importancia de garantizar la suficiencia e integridad de la red de protección financiera mundial, en particular mediante la revisión en curso de los acuerdos de financiamiento del FMI (la Decimoquinta Revisión General de Cuotas).
Si bien los desafíos de financiamiento son grandes, no son abrumadores para la mayoría de los países. Se necesitarán esfuerzos particularmente sólidos para cambiar las cosas en África y partes de Oriente Medio, con políticas nacionales para apoyar las inversiones en los ODS, y cooperación internacional para encontrar soluciones a los desafíos nuevos y emergentes. El Informe sobre financiamiento para el desarrollo sostenible es un aporte importante para identificar las medidas necesarias.