Al FMI le preocupan las consecuencias del lavado de dinero, el financiamiento del terrorismo y el financiamiento de la proliferación (el suministro de fondos o servicios financieros para armas nucleares, químicas o biológicas), así como los delitos relacionados que socavan el sector financiero y la economía en sentido más amplio. Estos delitos pueden hacer que los países sean menos estables, lo que, a su vez, puede perjudicar el orden público, la gestión de gobierno, la eficacia de la regulación, las inversiones extranjeras y los flujos de capital internacionales.
Las actividades de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo en un país pueden tener graves efectos adversos al otro lado de sus fronteras e incluso a escala mundial. Los países con controles insuficientes o ineficaces son un blanco fácil para quienes lavan dinero y financian el terrorismo. Estos delincuentes buscan ocultar sus actividades delictivas, para lo que explotan la complejidad del sistema financiero mundial, las diferencias entre legislaciones nacionales y la velocidad a la que el dinero puede traspasar fronteras.
Última actualización en Abril de 2023