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La sociedad civil y el FMI

La sociedad civil en las Reuniones Anuales

22 de octubre de 2007

En las Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial celebradas en octubre de 2007 participaron más de 250 representantes de organizaciones de la sociedad civil (OSC), una cifra sin precedentes para las reuniones celebradas en Washington.

El punto de encuentro fue el Foro sobre política global para la sociedad civil, organizado por el FMI y el Banco Mundial, en el que se abordaron diversos temas relativos a los países de bajo ingreso (lista completa de diálogos (en inglés)). Como siempre, personal del FMI participó en las sesiones. El foro culminó con la quinta reunión anual de debate abierto de las OSC, que contó con la presencia del Director Gerente del FMI, Rodrigo de Rato, y del Presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick.

Debate abierto de la Sociedad Civil

La interacción con la sociedad civil es un aspecto básico de la gestión de gobierno, dijo De Rato durante la reunión de debate abierto (en inglés) organizada por el FMI y el Banco Mundial el jueves 18 de octubre. Haciéndose eco de esta opinión, Zoellick declaró que él asignaba un enorme valor a ese proceso. Al debate asistieron más de 200 representantes de OSC de todo el mundo.

El Director Ejecutivo del Instituto para la Gestión Democrática de Ghana, Emmanuel Akwetey, moderó el debate e instó a los participantes a implicar a los directivos de las dos instituciones en cuestiones de importancia clave. A lo largo del encuentro, De Rato y Zoellick expresaron su interés en mantener el diálogo.

"Me parece que la interacción entre los organismos públicos —cuyo cometido es producir bienes públicos— y la sociedad civil es un aspecto básico de la gestión de gobierno", recalcó De Rato en sus palabras de apertura. La agenda del FMI para las Reuniones Anuales se centraba en la economía mundial, la reforma de la institución, un nuevo modelo de ingresos para el FMI, la colaboración con el Banco Mundial y la posibilidad de poner en marcha un nuevo instrumento para prevenir las crisis.

Por su parte, Zoellick dijo que a lo largo de los años ha valorado los aportes y los puntos de vista de las OSC. "Su participación e interés en nuestra agenda es absolutamente vital", señaló. "Ustedes nos obligan a pensar más detenidamente sobre estos temas; nos señalan los problemas. Dentro de un proceso abierto y democrático, esta es una faceta natural y que valoro mucho". También indicó que la agenda del Banco Mundial para las reuniones giraba en torno a la dirección estratégica del Grupo del Banco Mundial, la reposición del financiamiento de la Asociación Internacional de Fomento y la función que cumple el Banco con respecto al cambio climático.

En el debate posterior, los representantes de las OSC recabaron las opiniones del Presidente del Banco Mundial sobre varias cuestiones. Uno de los participantes preguntó a Zoellick sobre su interés en el tema de las personas con discapacidades, una causa que había sido abanderada por el ex presidente James Wolfensohn. Otras preguntas se refirieron a la labor del FMI:

  • Con respecto a su legado a las OSC, De Rato dijo que en sus visitas oficiales a los distintos países siempre se preocupó de programar reuniones con la sociedad civil: "En la mayoría de mis viajes tuve la oportunidad de conversar con las OSC y escuchar una descripción del país desde un punto de vista a veces muy diferente del punto de vista oficial de los ministerios y los banco centrales".
  • Con respecto a la necesidad de ampliar el margen de maniobra fiscal, De Rato explicó que los economistas del FMI están prestando cada vez más atención a ese tema, y recordó que el FMI ha abandonado muchas de sus políticas de topes salariales: "El tema del espacio fiscal es fundamental y le estamos dedicando muchos recursos".
  • Con respecto a la función del FMI frente al cambio climático mundial, De Rato hizo hincapié en que dicho fenómeno tiene claras repercusiones macroeconómicas, no solo por sus efectos directos, sino también por las políticas necesarias para paliar sus consecuencias futuras. Indicó que el cambio climático es uno de varios asuntos en los que el FMI colabora estrechamente con el Banco Mundial.

Tras la reunión los representantes de las OSC fueron invitados a una recepción. Otras reuniones del Foro sobre política global para la sociedad civil:

  • El 17 de octubre el FMI y el Banco Mundial organizaron una jornada de orientación sobre la labor de las dos instituciones. La sesión formaba parte de un programa del Banco Mundial y el FMI para reforzar la presencia de OSC y periodistas de los países en desarrollo (copatrocinada por los departamentos de Relaciones Externas y de la Región de África del Banco Mundial, los departamentos de Relaciones Externas y de África del FMI, y varios organismos gubernamentales de Japón, a través de la Oficina Regional para Asia y el Pacífico del FMI, Noruega y el Reino Unido).
  • Robert Gillingham (Departamento de Finanzas Públicas del FMI) intervino el 18 de octubre en un debate organizado por el Banco Mundial acerca de los problemas para evaluar el efecto de las reformas de las políticas en determinados grupos. También participaron Elizabeth Stuart (Oxfam International) y Steen Jorgensen y Luca Barbone (Banco Mundial).
  • El 20 de octubre el FMI invitó a Andy Berg y Calvin McDonald (ambos del Departamento de África) a un debate sobre políticas basado en las Perspectivas económicas regionales (en inglés) de África subsahariana, y en particular en los estudios de casos sobre la creación de espacio fiscal para el gasto prioritario. El mismo día, Jan Kees Martijn (Departamento de Elaboración y Examen de Políticas del FMI) participó en una mesa redonda organizada por ActionAid International para debatir los topes salariales, las políticas fiscales y monetarias y la absorción de las afluencias de ayuda. Otros participantes fueron John Hicklin (Oficina de Evaluación Independiente del FMI); David Goldsbrough (Center for Global Development), y Akanksha A. Marphatia (ActionAid International).
  • El 21 de octubre el FMI organizó una mesa redonda sobre los aspectos macroeconómicos del aumento de la ayuda y la función que le corresponde al FMI. Ejerció como moderador el Subdirector del Departamento de Elaboración y Examen de Políticas, Mark Plant, y entre los participantes estuvieron James Musoni (Ministro de Finanzas y Planificación Económica de Rwanda), Louis Kasekende (Banco Africano de Desarrollo), Owen Barder (Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido) y John Ambler (Oxfam America).
  • Louis Dicks-Mireaux (Departamento de Elaboración y Examen de Políticas) participó el 22 de octubre en un intercambio con el Banco Mundial y OSC sobre las instituciones financieras internacionales en países en situación de posconflicto. La reunión fue organizada por el Centro de Información para la Banca Multilateral (BIC). El mismo día, Anton Op de Beke (Departamento de Elaboración y Examen de Políticas) y Charles McPherson (Departamento de Finanzas Públicas) participaron en una sesión organizada por el BIC sobre la transparencia en los contratos y la gestión de gobierno en las industrias extractivas.
  • Los representantes de las OSC también mantuvieron numerosas reuniones bilaterales con el personal del FMI en las que se abordaron temas de países —sobre todo africanos— y asuntos relacionados con la transparencia del FMI y el cambio climático.

En sus palabras de apertura, el Primer Subdirector Gerente del FMI, John Lipsky, recalcó que el FMI está comprometido con la ayuda a los países miembros de bajo ingreso para que estos pongan en práctica las políticas y establezcan las instituciones que les ayudarán a aprovechar la favorable situación externa actual, permitiendo al mismo tiempo una absorción eficaz de los aumentos de ayuda. No obstante, Lipsky subrayó que "las perspectivas económicas de los países de bajo ingreso dependen del éxito de su vinculación con la economía mundial" y que para elevar el potencial de crecimiento de dichos países es esencial un sector privado dinámico y un sistema financiero eficiente.

Al debate se sumaron las opiniones de otros tres oradores. Jack Jones Zulu de la red Southern African Regional Poverty Network, con sede en Sudáfrica, resaltó su preocupación por los debates acerca de los marcos de política macroeconómica que se realizan a puerta cerrada. Afirmó que hay muy poco espacio para que los gobiernos nacionales, así como otras partes interesadas, sientan como propios estos procesos. "Esta falta de participación y alineación de los DELP y los SCLP representa una grave limitación para que las políticas del FMI puedan llegar a sentirse como propias y generen un impacto en términos de la reducción de la pobreza, en África y el resto del mundo", dijo. También señaló que la falta de flexibilidad fiscal y monetaria podría originar una represión del desarrollo, y criticó lo que describió como un "proceso meramente formal" de consultas de las misiones del FMI con la sociedad civil en muchos países de bajo ingreso.

Domenico Lombardi, del Oxford Institute for Economic Policy, también subrayó que el FMI debe seguir operando en los países de bajo ingreso. Pese a los diversos tipos de resistencia, dentro y fuera de la institución, el FMI definitivamente ha reconocido que tiene una función que cumplir en esos países, expresó Lombardi, "lo cual habla muy bien de ella". No obstante, es importante la manera en que lo hará. Manifestó que el espacio político en las economías de bajo ingreso no está bien distribuido entre las políticas macroeconómicas tradicionales y las políticas de reducción de la pobreza. Se necesita una mayor conciencia del impacto social de ciertas políticas macroeconómicas clave: el Análisis del Impacto Social y en la Pobreza no ha brindado información de manera sistemática sobre los aspectos del diseño de los programas del SCLP que inciden en la distribución del ingreso. Lombardi dijo que el FMI también debería ampliar su análisis de los aspectos macroeconómicos tradicionales de la capacidad de absorción de la ayuda a fin de incluir las cuestiones sectoriales; además, subrayó la necesidad de hacer un uso más eficaz del DELP como base para el SCLP, y no lo contrario.

El Director Ejecutivo del FMI Abbas Mirakhor subrayó que la función del FMI en la estabilidad macroeconómica y el crecimiento de todos sus países miembros, incluidos los países de bajo ingreso, es innegable. Estos últimos se encuentran en una etapa crucial del proceso de desarrollo. Los tres elementos más promisorios para acelerar el crecimiento son la infraestructura, las instituciones y el desarrollo financiero, dijo. Mirakhor planteó la posibilidad de crear nuevos servicios financieros del FMI y el Banco Mundial para atender y desarrollar estos elementos, incluido un servicio conjunto para el sector financiero de los países que les ayude a pasar sin tropiezos del financiamiento oficial al financiamiento de mercado.

A renglón seguido se produjo un amplio y animado debate en torno a las preguntas formuladas por las organizaciones de la sociedad civil y otros participantes. Algunas preguntas se centraron en la idoneidad del enfoque del FMI en el crecimiento y si existía margen para flexibilizar las metas de inflación en los países de bajo ingreso, ya que algunos consideran que ellas producen un efecto negativo sobre el desempleo. Lipsky argumentó que un crecimiento pujante y sostenido guarda relación con la estabilidad macroeconómica, y no lo contrario. Un alto nivel de inflación y de volatilidad de la inflación son "perjudiciales para el crecimiento", añadió. También anotó que el FMI se esfuerza al máximo para tomar en cuenta los "efectos distributivos de las políticas económicas". Observó que un crecimiento medio del 6,5% en África subsahariana es todo un logro, pero no es suficiente. "Para que exista una verdadera reducción de la pobreza, hace falta un crecimiento más acelerado aún", añadió.

En cuanto a las evaluaciones del impacto social y en la pobreza, Zulu consideró que se necesita una evaluación correcta de las posibles consecuencias de las distintas medidas de política sobre los sectores más pobres. Dada la gran importancia del FMI y el Banco Mundial para las economías de bajo ingreso, "es apenas justo que midamos el impacto de estas políticas y las sometamos a un debate público", dijo. Lipsky señaló que el FMI ha creado una unidad dedicada expresamente al análisis del impacto social y en la pobreza, que realiza sus propios estudios y ayuda a tener en cuenta en el diseño de los programas los análisis realizados por otras instituciones.

También se planteó un interrogante con respecto a la existencia en el FMI de umbrales de política para limitar la absorción de ayuda, como se señaló en el informe de la OEI sobre África subsahariana. La respuesta de Lipsky fue más general, y planteó que se pueden debatir las críticas al FMI de haber sido constantemente demasiado pesimista en sus supuestos con respecto a los flujos de ayuda. Señaló que "en la realidad, la situación ha sido diferente", ya que el alivio de la deuda y las mejoras en las cifras macroeconómicas de los países de bajo ingreso han ofrecido "mayores oportunidades y mayor flexibilidad en términos de las perspectivas de política". Lipsky añadió: "Debemos estar haciendo algo bien, ya que la situación sobre el terreno ha mejorado muchísimo".

Con respecto a la función de China, y otros mercados emergentes en África, Lipsky observó que las iniciativas de alivio de la deuda han creado enormes oportunidades. Pero aconsejó cautela para no regresar a una situación de excesivo endeudamiento que podría generar inestabilidad y tensiones. Como principio general, añadió, la ayuda debe ser en condiciones concesionarias.

En respuesta a una pregunta sobre la gestión de gobierno en los países miembros, Mirakhor rogó a las ONG que utilicen sus energías para impulsar los programas de desarrollo de los países que les permitan alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en vez de quedarse criticando los supuestos errores en las políticas anteriores del FMI. "Si uno realmente quiere ayudar a los países, no gasta sus energías en formular las preguntas que se están haciendo ahora, sino que las concentra en tratar de obtener recursos para la reforma judicial... para crear tribunales de justicia, para poner en funcionamiento una buena fuerza policial; todas estas son las instituciones que estos países necesitan", dijo. "Cómo hacer que se cumplan los contratos, cómo garantizar los derechos de los acreedores y los de los inversionistas, cómo velar por la existencia de una bolsa de valores que opere con eficiencia, todas estas son las preguntas que deberían estar formulándose", añadió Mirakhor.