06/02 - Septiembre de 2006

La implementación de la estrategia de mediano plazo del FMI

Por el personal técnico del FMI

El FMI sigue adelante con la implementación de la estrategia a mediano plazo formulada el año pasado para modernizar las actividades y la gestión de gobierno de la institución. Las reformas propuestas tendrían por objetivo reequilibrar las cuotas para que reflejen el surgimiento de nuevos poderes económicos y a la vez protejan la voz de los países de bajo ingreso. Y se ha propuesto un nuevo enfoque consultivo para hacer frente a problemas globales que exigen una respuesta colectiva de muchos países; la primera de estas "consultas multilaterales" ya está en marcha y se centra en la reducción de los desequilibrios comerciales a escala mundial.

La globalización del siglo XXI pone a la comunidad mundial frente a nuevos desafíos. Al FMI le cabe una función importante en cuanto a promover la cooperación económica internacional y ayudar a los países a encarar esos desafíos. Pero para ello debe seguir el ritmo de un mundo en rápida evolución.

Con ese objetivo, el Director Gerente del FMI, Rodrigo de Rato, presentó el año pasado una estrategia a mediano plazo1 y propuestas específicas en un documento2 sometido a la consideración del Comité Monetario y Financiero Internacional en abril de 2006. La orientación se centra actualmente en la implementación, en reconocimiento de que muchas de estas propuestas deben ser objeto de más estudio por parte del personal técnico y la Gerencia del FMI y de decisiones oficiales por parte del Directorio.

En la actualidad, la implementación de la estrategia se centra en los siguientes siete temas:

1) Nuevos rumbos de la supervisión. Las dificultades que entraña corregir los desequilibrios comerciales a escala mundial y los problemas que enfrentan los países a título individual ponen de relieve la necesidad de intensificar el análisis y el asesoramiento proporcionado a los países miembros en materia de política económica, proceso conocido como supervisión.

A nivel mundial, ello significa desplegar mayores esfuerzos para identificar los riesgos que amenazan la estabilidad económica —incluidos los que plantean los desequilibrios comerciales y en los pagos, los desajustes cambiarios y las perturbaciones de los mercados financieros — y promover respuestas eficaces para hacer frente a dichos riesgos. El FMI debe profundizar su labor de asesoramiento en los países cuyas economías puedan tener un impacto regional o mundial, especialmente cuando existen vulnerabilidades que podrían afectar los mercados financieros del mundo.

Como medidas específicas para mejorar la eficacia de la supervisión a nivel mundial se han propuesto las siguientes:

  1. Ampliar las labores del Grupo Consultivo sobre Tipos de Cambio para que abarquen todas las monedas de los principales países de mercados emergentes.

  2. Reforzar el análisis de los riesgos e interacciones macroeconómicos, plasmado en Perspectivas de la economía mundial y en el informe sobre la estabilidad financiera mundial (Global Financial Stability Report).

  3. Formular planes de trabajo regionales, que aborden como tema central los principales problemas de política que enfrentan las regiones.

  4. Realizar consultas multilaterales en que puedan examinarse cabal y colectivamente problemas de importancia sistémica o regional con algunos países miembros y, cuando proceda, con entidades integradas por grupos de países miembros; la primera consulta multilateral ya está en marcha y se centra en reducir los equilibrios mundiales en cuenta corriente procurando que el crecimiento mundial siga siendo robusto.

A nivel de los países, ello significa que la selectividad y la eficacia son preferibles a una cobertura integral, y que es preciso ahondar en el análisis de los sistemas financieros, dar una perspectiva multilateral a la supervisión y prestar mayor atención al contexto regional y a las actividades de comunicación. Las propuestas específicas comprenden: i) ampliar la cobertura de los temas del sector financiero en los informes sobre las consultas del Artículo IV, ii) instituir programas de supervisión multianuales, iii) simplificar la presentación de informes sobre las consultas del Artículo IV, los que se elaborarían año por medio respecto de una serie de países y iv) dar a la supervisión en el contexto de las consultas del Artículo IV una mayor dimensión multilateral, prestando más atención a los efectos secundarios y a las enseñanzas que se desprenden de las experiencias de otros países.

2) Evolución de la función del FMI en los países de mercados emergentes. En los numerosos países que se han convertido en importantes participantes de la economía mundial, la prioridad debe ser intensificar el análisis macroeconómico franco y focalizado afianzando la supervisión de los mercados financieros y de capital. Paralelamente, el FMI redoblará sus esfuerzos para respaldar las iniciativas de prevención de las crisis que adopten los países de mercados emergentes y velar por que sus mecanismos de concesión de crédito sean adecuados.

A fin de incrementar la eficacia con que el FMI respalda a los países de mercados emergentes, los países miembros del FMI están examinando la necesidad de crear un nuevo instrumento financiero que proporcionaría liquidez a países de mercados emergentes cuyos parámetros económicos fundamentales son sólidos pero que aun así siguen siendo vulnerables a shocks. El objetivo sería brindar garantías de que en momentos de necesidad podrán disponer de financiamiento sustancial. Asimismo, el instrumento ofrecería 1) un marco para asumir compromisos y realizar un seguimiento y 2) un mecanismo para emitir señales al mercado del compromiso de los países de aplicar políticas acertadas.

3) Lograr una participación más eficaz en los países de bajo ingreso. En los últimos años, el FMI ha coadyuvado en gran medida al desarrollo económico a través de las estrategias de reducción de la pobreza y el Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza. Recientemente se introdujeron instrumentos más flexibles para la participación del FMI. Dada la importancia creciente de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, por los que se procura reducir a la mitad los indicadores de pobreza de aquí a 2015, se ha encargado tanto al FMI como al Banco Mundial que efectúen un seguimiento de los avances y presenten informes sobre los mismos. Uno de los desafíos por delante es aprovechar el aumento previsto de los flujos de ayuda, incluido el proveniente del alivio de la deuda, para lograr un mayor crecimiento y alcanzar dichos Objetivos. En este sentido, para ayudar a los países se requiere una participación más intensa pero también más focalizada por parte del FMI, que incluya nuevos entendimientos con el Banco Mundial y otros organismos con respecto a la división de tareas.

En consonancia con su estrategia para los países de bajo ingreso, el FMI centrará la atención en reformas fundamentales desde el punto de vista macroeconómico, concretamente, en los ámbitos del comercio exterior y el sector financiero. Estos ámbitos revisten especial importancia para los países de bajo ingreso que deseen cosechar los frutos de la globalización. Independientemente de cuál sea el resultado de las negociaciones comerciales multilaterales, los países deben reformar sus propios regímenes comerciales. También es importante que estos países cuenten con un sector financiero robusto que facilite y promueva el crecimiento global.

El FMI está ayudando a los países de bajo ingreso a alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio brindándoles asesoramiento en la gestión de los flujos de asistencia. El FMI ofrece asesoramiento con respecto a la gestión macroeconómica de los aumentos de los flujos de asistencia y sobre el fortalecimiento de los sistemas de gestión de las finanzas públicas, proporcionando a los países de bajo ingreso herramientas eficaces de administración de los recursos. Aunque el FMI no dirige los flujos de asistencia, sí brinda asesoramiento que ayuda a los países a crear margen fiscal para que efectúen gastos relacionados con la consecución de los ODM. Por lo tanto, cuando se ofrecen donaciones para gastos prioritarios en rubros como la atención de la salud y la educación, las metas fiscales de los programas que respalda el FMI se ajustan para garantizar que los recursos se destinen a programas respaldados por los donantes.

4) Gobierno del FMI. Lograr la equidad en la representación y la distribución de las cuotas es fundamental para garantizar la legitimidad y eficacia del FMI. Los países de mercados emergentes y otros miembros deben tener en el seno del FMI una participación proporcional a su importancia en la economía mundial. De plasmarse el necesario respaldo político en las Reuniones Anuales en Singapur, la gestión del gobierno de la institución se someterá a un proceso bienal de reformas. Este programa de reformas incluye aumentos selectivos de las cuotas a favor de cuatro países claramente subrepresentados: China, Corea, México y Turquía. Entre las reformas más fundamentales que contempla el programa —cuyos pormenores se darán a conocer a más tardar en las Reuniones Anuales de 2008— se cuentan un acuerdo sobre la nueva fórmula de cálculo de las cuotas para orientar el examen sobre la suficiencia de las cuotas de los países miembros, una segunda ronda de aumentos selectivos de las cuotas basados en esa nueva fórmula, y labores en torno a una propuesta para incrementar los votos básicos de cada país miembro, así como un mecanismo para posteriormente mantener invariable la proporción de los votos básicos en la totalidad de los votos. El FMI también debe abordar otros aspectos de su gestión de gobierno, entre ellos, la transparencia en la selección de la Gerencia y una mejor definición de la función del Directorio.

5) Fortalecimiento de las capacidades. En este ámbito reviste importancia clave desplegar esfuerzos focalizados para ayudar a los países a efectuar reformas. Como prueba de los nuevos avances en este ámbito, el FMI inaugurará pronto un tercer centro de asistencia técnica regional en África. Asimismo, el fortalecimiento de las capacidades debe formar parte de la estrategia para hacer frente a las vulnerabilidades que se identifiquen a través de la supervisión. La labor del FMI en el desarrollo de las instituciones macroeconómicas mediante la asistencia técnica y la capacitación puede afianzarse estableciendo prioridades más claras y fomentando la identificación de los países con los programas.

6) Racionalización. Se requieren medidas para controlar los procedimientos y la documentación y de ese modo evitar que la labor, los mensajes y la gestión de gobierno de la institución acaben asfixiándose en un mar de papeles. Se están considerando numerosas propuestas específicas para que la Gerencia y el Directorio Ejecutivo puedan centrar su atención en los temas estratégicos de mayor alcance en lugar de ocuparse de las tareas rutinarias y de detalle.

7) Presupuesto a mediano plazo. El enfoque global de la estrategia debe conciliarse con un presupuesto a mediano plazo que tenga en cuenta la caída proyectada de los ingresos del FMI. Incluso suponiendo que disminuya el gasto real, se necesita un nuevo modelo operativo para financiar las futuras actividades el FMI, que dependa menos de los márgenes cobrados sobre los créditos y más de fuentes de ingreso que sean constantes a largo plazo.

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Si bien el FMI ya ha empezado a implementar ciertas propuestas contempladas en la nueva estrategia, otras tendrán que seguir desarrollándose con la orientación de los países miembros y la colaboración del personal técnico y la Gerencia del institución, antes de que puedan llevarse a la práctica. Una serie de decisiones clave adoptadas en las Reuniones Anuales de 2006 permitirán establecer los procedimientos y sentar las pautas para poder implementar dichas propuestas.


1 Véase http://0-www-imf-org.library.svsu.edu/external/np/omd/2005/eng/091505.pdf

2 Véase http://0-www-imf-org.library.svsu.edu/external/np/pp/eng/2006/040506.pdf


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