Susan George; País de origen: Singapur; Cargo: Economista

Nombre: Susan George
País de origen: Singapur
Cargo: Economista

Hola, me llamo Susan George. Trabajo en el FMI como economista de país en el Departamento de Europa II. Inicialmente trabajaba en el Instituto del FMI dictando cursos en Washington, en el Instituto Multilateral de Viena y en países como Ucrania. Antes de ingresar al FMI, enseñaba economía en la Universidad George Washington. Si bien mi idea original era dedicarme a la investigación académica, me alegra poder utilizar lo que estudié en algo práctico.

¿Quién trabaja para el FMI? Venimos de todas partes del mundo
Venimos de todas partes del mundo    

 

Es increíble ver que mucho de lo que he estudiado representa la base de las soluciones que proponemos para ayudar a los países, y es aún más maravilloso que estas soluciones sean las que funcionan en la mayoría de los casos.

Muchas personas que no trabajan en el FMI tienen la impresión de que imponemos políticas económicas a los gobiernos y que no prestamos suficiente atención a la política del país. En general, no es así. A menos que el país nos invite y diga: "Queremos un programa", no se realiza un programa.

Trabajamos conjuntamente para encontrar soluciones, y el FMI está ayudando a los funcionarios de los gobiernos a adquirir conocimientos que les permitan tomar sus propias decisiones. O sea, no es que los economistas del FMI estén sentados de un lado de la mesa diciéndole a los funcionarios qué deben hacer: se entabla un diálogo. Tal vez anteriormente, cuando los funcionarios nacionales no tenían tanta formación en economía, el enfoque era más unilateral. Pero en el FMI, eso es cosa del pasado.

En mi trabajo en el Instituto ayudé a capacitar a funcionarios gubernamentales en economía y política económica. Hemos usado un método bien logrado y hemos tratado de ser lo más objetivos posible. Algunas de las preguntas planteadas no tienen una respuesta única. De modo que, más que recitar soluciones secas y concretas, hemos enseñado a enfocar la manera de resolver los problemas que afrontan los países.

Susan George
"Nuestro objetivo es que, una vez que estén de regreso en sus países, los participantes puedan aplicar lo que aprendieron para resolver dificultades."

Nuestra intención es que los participantes utilicen lo aprendido para resolver sus propios dilemas. Por ejemplo, hoy en día la función de los gobiernos de los países de la antigua Unión Soviética es muy distinta a la época en que la economía era centralizada. Es importante que los funcionarios conozcan la función del gobierno en una economía de mercado, que consiste principalmente en resolver los problemas del mercado y brindar apoyo a los pobres. Los países en desarrollo y en transición enfrentan muchos problemas, y nosotros tratamos de ayudarlos a diseñar soluciones.

Nuestra principal herramienta de instrucción es el estudio de casos. Estudiamos el caso de Turquía, en el que utilizamos datos reales de su economía para comprender todas sus características. Los participantes deben diseñar un programa de reforma para Turquía; de hecho, adquieren experiencia práctica que les sirve para tomar decisiones sobre cómo resolver un problema, por ejemplo, reducir la inflación.

Los distintos grupos de participantes nos presentan sus propios programas. A menudo éstos difieren mucho entre sí en lo que se refiere a las políticas elegidas y al ritmo en que se debería bajar la inflación. Aprenden la lección valiosa de que pueden optar por distintos caminos dentro de un mismo proceso. Los países tienen que decidir qué rumbo desean tomar.

Para mí es todo un desafío el que los participantes provengan de países donde falta mucho por lograr una estabilización macroeconómica. Un participante provenía de un país destrozado por la guerra; hacía tres años que no cobraba, y sobrevivía gracias a la ayuda de su familia en el extranjero. No fue fácil lograr que el curso fuera relevante para él. Dado que el grupo de funcionarios siempre es muy variado, damos a la gente de los países más avanzados la oportunidad de ayudar a los que recién inician el proceso.

Al llegar, los participantes no se conocen entre sí. Son de culturas y países diferentes, con modalidades muy diversas de trabajar en grupo. Pero para cuando finaliza el curso se han generado fuertes vínculos entre casi todos.

Resulta gratificante interactuar con estos funcionarios, escucharlos, y comprobar el grado de avance que han alcanzado sus países. Es una realidad sobre la que a veces nada se dice en los noticieros.

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