Canalizar apoyo para el ave nacional de Filipinas podría frenar su rápido proceso de extinción

Con una envergadura de más de dos metros, ojos de un metálico azul grisáceo y una cresta que parece una melena, el águila filipina es una de las aves raptoras más grandes e imponentes. Pero su riesgo de extinción es alto, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, una fuente exhaustiva de información sobre animales, hongos y plantas amenazadas.

El águila, que habita en tan solo cuatro islas de Filipinas, adorna el nuevo billete de 1.000 pesos con el fin de “destacar la importancia de preservar esta especie amenazada”, señala Sara Curtis, integrante del directorio del Banco Central de Filipinas. Pero dado que las aves son tan difíciles de rastrear, sigue “faltando información clave sobre el número de ejemplares y su distribución”, explica Dennis Salvador, director ejecutivo de la Philippine Eagle Foundation (PEF) y coautor de un estudio reciente publicado en la revista Animal Conservation. Los investigadores estiman que hay tan solo 392 posibles parejas.

The Philippines’ new 1,000 peso banknote was released last year.
El nuevo billete de 1.000 pesos de Filipinas fue emitido el año pasado.

Para sobrevivir, las parejas de águilas necesitan aproximadamente entre 4.000 y 11.000 hectáreas de bosque. Su zona de distribución antes abarcaba un 90% de Filipinas, o alrededor de 27,5 millones de hectáreas de bosque, que ahora se han visto reducidas a apenas 7 millones según datos del Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

La PEF —institución dedicada a la preservación de estas aves— está trabajando con las comunidades de los bosques para reforestar y proteger zonas en las que las aves puedan desplazarse y cazar de forma segura. Pero para salvar a las águilas se necesitará una movilización masiva, señala Salvador.

Con fines de concienciación, los expresidentes Fidel Ramos y Joseph Estrada hicieron sendas proclamaciones: una en la que se declaraba al águila como ave nacional y otra para instaurar la semana del águila filipina. Además, en abril del año pasado entró en circulación un nuevo billete de polímero de 1.000 pesos, adornado en su anverso por el águila filipina y la flor nacional, sampaguita (una variedad de jazmín). El águila simboliza “la fortaleza de los filipinos y su amor por la libertad”, dice Curtis.

El diseño y las características de seguridad del billete le merecieron el premio de “Billete del Año” de 2022 otorgado por la Sociedad Internacional de Billetes Bancarios. Además, es el primer billete del país impreso en polímero.

El mayor interés del público y una ley nacional de conservación de la fauna han logrado conceder más tiempo a las águilas, pero aun así la PEF las está criando en cautiverio para evitar su extinción. En una entrevista en la revista Living Bird, Salvador fue optimista: “Creo que tenemos una alta probabilidad de salvar a las águilas, a pesar de las pocas que quedan. Es solo una cuestión de voluntad y determinación políticas”.

ANALISA R. BALA integra el equipo de Finanzas y Desarrollo.

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