Presidente de Costa Rica: «No es posible crecer y reducir la pobreza sin estabilidad económica»
1 de marzo de 2021
El Fondo Monetario Internacional aprobó un acuerdo de USD 1.750 millones destinado a contribuir a la recuperación y estabilización de Costa Rica, tras los daños económicos causados por la pandemia de COVID-19. El presidente del país explica que la innovación y la mitigación del cambio climático son parte integral de su nuevo programa económico.
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Conocida por sus exuberantes bosques tropicales, su sistema sanitario universal y su notable influencia en el activismo medioambiental a nivel mundial, Costa Rica no se ha librado de la COVID-19. La pandemia supuso un duro golpe para su vital sector turístico. Aunque la rápida respuesta del gobierno ayudó a evitar una crisis sanitaria más grave, el impacto fiscal ha sido considerable. Un nuevo programa económico, respaldado por el Servicio Ampliado del FMI, tiene como objetivo estabilizar la economía y garantizar la sostenibilidad de la deuda, además de proteger a los más vulnerables.
En Países en el foco del FMI hablamos con el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada, acerca de la construcción de consensos en torno a las medidas fiscales, el impulso de la innovación y la transición a una economía con cero emisiones netas de carbono de aquí a 2050.
Costa Rica se ha visto muy afectada por la pandemia. ¿ Qu é medidas se introdujeron para proteger vidas y medios de subsistencia?
La rápida y precisa actuación de nuestras instituciones de primera respuesta ha sido fundamental. Nuestro sistema de seguridad social amplió rápidamente la capacidad de los hospitales y posibilitó el acceso universal a pruebas diagnósticas y tratamientos para la COVID-19. También asignamos recursos para apoyar a los más vulnerables, por ejemplo lanzando el programa «Bono Proteger», a través del cual se proporcionaron subsidios temporales a unas 700.000 personas afectadas económicamente por la crisis.
Como segundo paso, concebimos e implantamos una estrategia denominada «Costa Rica trabaja y se cuida». En lugar de confinamientos estrictos, impusimos restricciones a la movilidad de vehículos, así como horarios y aforos comerciales limitados. Los datos han demostrado que estas medidas, acompañadas por una política de uso de mascarillas y protocolos sanitarios estrictos, han sido sumamente eficaces para reducir los contagios y han tenido un impacto más reducido en la actividad económica.
Esta combinación de medidas nos ha permitido lograr una de las tasas de letalidad más bajas y, al mismo tiempo, una de las menores contracciones económicas de la región.
De cara al futuro, ¿cu á les son los objetivos fundamentales del programa de reformas econó micas de Costa Rica?
El objetivo principal es impulsar el crecimiento y mejorar la distribución del ingreso. No obstante, primero tendremos que subsanar los desequilibrios fiscales.
A principios de la década de 1980 sufrimos una crisis de deuda y sabemos lo que eso significa: una elevada inflación, recesión y un incremento brutal de la pobreza y la desigualdad. Sin unas finanzas públicas sólidas y estabilidad macroeconómica, ningún gobierno puede impulsar el crecimiento y proteger a sus ciudadanos más vulnerables.
Con el fin de encauzar la deuda en una trayectoria descendente y sentar las bases de la recuperación económica, hemos establecido un objetivo de superávit primario de 1% del PIB para 2023 y de 1,7% para 2024.
También queremos mejorar la distribución del ingreso con medidas de recaudación y gasto muy progresivas, así como reforzar nuestros programas de asistencia social. Hemos presentado ante el Congreso asignaciones adicionales para gastos sociales y estamos centralizando y digitalizando las transferencias de efectivo y mejorando el registro de beneficiarios. Así conseguiremos que las ayudas vayan a quienes las necesiten. Estabilizar las finanzas públicas nos permite volver a centrarnos en la prosperidad, los avances sociales y en aprovechar el enorme potencial y el talento de nuestros ciudadanos.
Otra rama del programa se centra en garantizar condiciones favorables de provisión de liquidez y crédito para la recuperación, protegiendo al mismo tiempo la estabilidad monetaria y financiera. El Banco Central y las autoridades financieras han calibrado con mucho cuidado sus políticas para alcanzar este equilibrio.
¿ C ó mo prev é n estimular la productividad y, al mismo tiempo, aborda la informalidad y la desigualdad?
Para estimular la productividad es necesario crear las condiciones adecuadas para que las empresas nacionales prosperen, mejorar el marco regulatorio y reforzar nuestro compromiso con el comercio y la inversión extranjera directa, con miras a ayudar a las empresas a integrarse en las cadenas de valor mundiales. Estos esfuerzos se alinearon con el programa integral para la adhesión a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que culminó el pasado mes de mayo con la invitación a ingresar en la organización.
Hemos logrado importantes avances en la digitalización de la emisión de licencias y permisos en todas las principales ciudades, promulgado una nueva ley de insolvencias, reforzado nuestro marco de competencia y mejorado la gobernanza de las empresas estatales.
Además, se fomentará la competitividad estimulando la innovación, también en las pequeñas y medianas empresas, y reduciendo los cuellos de botella en infraestructuras. Recurriremos a asociaciones público-privadas para incrementar rápidamente la calidad de nuestra red de carreteras y también reforzaremos nuestra infraestructura digital.
Otro reto es el desajuste entre la oferta y la demanda en el mercado de trabajo. Existe una creciente demanda de profesionales en servicios, ciencia y tecnología que nuestras instituciones académicas no están logrando cubrir. Recientemente aprobamos legislación encaminada a reforzar y modernizar el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) con el fin de estar mejor preparados para la 4ª revolución industrial.
Nuestra estrategia para reducir la informalidad incluye la revisión de la regulación empresarial, las tasas de la seguridad social y los servicios de capacitación. Ofrecer más instalaciones públicas de cuidado de niños y ancianos incrementará la participación de la mujer en el mercado laboral.
Costa Rica fue nombrada « Campe ón de la Tierra » en 2019. Explíquenos cuá les son sus planes para lograr una econom í a con cero emisiones netas de carbono.
Ampliar la descarbonización a todos los ámbitos de las políticas públicas ha sido un primer paso vital para lograr el objetivo de cero emisiones netas de aquí a 2050. Por ejemplo, al comienzo de la pandemia, no redujimos los impuestos ni los precios de los combustibles fósiles, lo que nos proporcionó recursos para la respuesta de emergencia y la descarbonización. Estamos electrificando y haciendo más amigable con el ambiente al sector del transporte, el que más contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero.
Hemos fomentado la adopción de tecnologías con bajas emisiones de carbono en los sectores agrícola y forestal. Los productores rurales pueden implantar técnicas de producción sostenibles y resistentes al cambio climático, lo que demuestra que es posible llevar a cabo programas de protección social centrados en el empleo verde. Costa Rica ha recibido donaciones internacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante los bosques y nuestros esfuerzos han recibido reconocimiento internacional.
No podemos luchar solos contra el cambio climático. Necesitamos una intensa cooperación y solidaridad internacional. Dado que proteger la naturaleza es nuestro seguro de vida contra el cambio climático, lideramos, junto con Francia y el Reino Unido la Coalición de Alta Ambición por la Naturaleza y las Personas, con el objetivo de proteger el 30% de los ecosistemas terrestres y marinos de la Tierra de aquí a 2030.
Ustedes reunieron a distintas partes interesadas en un di á logo nacional sobre la agenda de reformas económicas del gobierno. ¿ Qu é han aprendido de ese di álogo?
El Diálogo Nacional fue una oportunidad única para escuchar las inquietudes y las propuestas de distintas partes interesadas. Sentarnos alrededor de una mesa nos permitió encontrar puntos en común , subsanar ideas erróneas y fomentar la confianza. Ayudó a todo el país a comprender que el problema fiscal es real y nos obliga a tomar medidas inmediatas para beneficiar nuestro país ahora y en el futuro.
En una democracia, el diálogo es una potente herramienta para llegar a acuerdos y lograr avances al mismo tiempo que se refuerza la cohesión social. El Diálogo Nacional nos permitió desarrollar un programa con mayor implicación de las partes interesadas. De cara al futuro, el Consejo Económico y Social que acabamos de crear garantizará las consultas en marcha con distintas partes interesadas de la sociedad costarricense y forjará consensos sobre políticas públicas y reformas.
¿ Cuá l es el papel que, en su opinión, tiene el FMI en el apoyo a los esfuerzos en materia de pol í ticas y reformas de su pa í s?
El FMI desempeña un papel fundamental en tres ámbitos: la asistencia técnica para el diseño, la aplicación y el seguimiento del programa; la credibilidad que aporta en Costa Rica y a escala internacional al proceso y al programa de política macroeconómica, y el acceso a financiamiento más barato movilizando recursos de otros acreedores oficiales y alentando la confianza de los mercados.
El impacto de la COVID-19 fue de tal magnitud, no solo sobre las vidas y los medios de vida de las personas sino también sobre las finanzas públicas, que por desgracia la consolidación fiscal es inevitable. Contar con el respaldo del FMI nos ayuda a suavizar este proceso y reforzar nuestras finanzas públicas de una manera que en última instancia beneficie a todos los costarricenses.
El carácter a mediano plazo del programa trienal también contribuirá a garantizar la continuidad de las políticas durante las elecciones de 2022 y más allá, fortaleciendo así la confianza de consumidores e inversionistas y respaldando el crecimiento económico y la creación de empleo.