Peatones delante de una gasolinera Statoil en Oslo, Noruega. Los países productores, Noruega y Rusia, se han beneficiado del aumento de los precios del petróleo en 2018 (foto: Suzanne Plunkett/Reuters/Newscom)

Las perspectivas económicas de Europa en seis gráficos

8 de noviembre de 2018

La economía europea continuó expandiéndose en la primera mitad de 2018, aunque a un ritmo menor del esperado, especialmente en las economías avanzadas. En su última revisión del estado de salud de la economía europea, el FMI afirma que la actividad económica, impulsada por la demanda interna, continuó expandiéndose en la primera mitad de 2018. Pero las perspectivas son menos favorables: el crecimiento podría verse obstaculizado por diversas fuerzas.

Estos seis gráficos reflejan el estado de salud de la economía europea y sus perspectivas en el corto y largo plazo.

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1. Las expectativas de crecimiento no se han cumplido: En los últimos dos años, el crecimiento en Europa ha sido fuerte, debido a que muchos riesgos no se materializaron. La región continúa registrando un crecimiento considerable, alimentado por una demanda interna apoyada por un nivel alto de empleo y salarios elevados. Aun así, la economía se expandió a un ritmo menor al previsto inicialmente. El pronóstico actual es que la economía de la región se ralentice de 2,8% en 2017 a 2,3% en 2018 y 1,9% en 2019. 

 

 

2.  El entorno ha sido menos favorable para el crecimiento. Varias tendencias obstaculizan el crecimiento. Primero, la demanda externa (en especial, de bienes) ha caído. Segundo, el aumento de los precios del petróleo ha reducido los ingresos. Y, tercero, las restricciones de la capacidad de producción y la escasez de mano de obra son cada vez más apremiantes. Se espera que continúen estas condiciones. También, han aumentado los riesgos para la actividad económica.

 

3. El aumento de los precios del petróleo ha reducido los ingresos. En el último año, los precios de la energía, incluidos los del petróleo, han subido. Los precios de las materias primas han aumentado un 7% desde el segundo trimestre de 2018, mientras que los precios del petróleo han subido en torno a USD 80 el barril en septiembre de 2018. Como resultado, los ingresos disponibles reales cayeron en promedio 0,5 puntos porcentuales del PIB en la mayor parte de los países de Europa. Los productores de petróleo, Noruega y Rusia, se beneficiaron de esta evolución.

4. Un largo período de expansión del sector manufacturero. El sector manufacturero europeo ha disfrutado de uno de los períodos más largos de expansión de las últimas dos décadas. Pero, en un contexto de ciclo económico maduro, las restricciones de la capacidad de producción y la escasez de mano de obra están limitando el crecimiento, en especial, en las economías emergentes de Europa. La utilización actual de la capacidad de producción ha aumentado a niveles vistos por última vez antes de la crisis financiera mundial.

5. Perspectivas: Respecto a los pronósticos anteriores del Fondo Monetario Internacional, el crecimiento se ha revisado a la baja en prácticamente la mitad de los países europeos. Estas revisiones a la baja reflejan una demanda externa más débil y el aumento de los precios de la energía. En cualquier caso, se espera que el crecimiento permanezca por encima de su potencial en la mayoría de los países de la región. 

6. Impuestos y gasto: Las autoridades de la región han optado en su mayor parte por políticas fiscales que continúan estimulando la economía durante el actual período de expansión económica por encima de la tendencia. Como consecuencia, los déficits se han mantenido relativamente altos pese a los años de fuerte crecimiento. El FMI sugiere que las autoridades económicas deberían aprovechar la oportunidad que ofrece el crecimiento continuado y el bajo desempleo para avanzar en la aplicación de políticas que favorezcan el crecimiento, para reducir los altos niveles de deuda pública y reconstruir recursos para futuras contingencias.

En el caso de los países vulnerables, este es el momento para que reduzcan sus déficits y disminuyan su deuda. Todos los países deben redoblar sus esfuerzos en materia de reforma estructural para impulsar el crecimiento y el empleo.