- ¿Por qué necesita Guinea Ecuatorial apoyo de emergencia?
- ¿Cuáles son los objetivos del desembolso en el marco del Instrumento de Financiamiento Rápido?
- ¿Qué medidas de transparencia se han puesto en marcha para garantizar que los recursos se utilicen de forma adecuada?
- ¿Cuáles son las perspectivas económicas de Guinea Ecuatorial y qué más se necesita para garantizar una trayectoria de crecimiento sostenible a mediano plazo?
¿Por qué necesita Guinea Ecuatorial apoyo de emergencia?
Guinea Ecuatorial, que ya se había visto azotada por una pandemia de COVID-19 aún en desarrollo, se vio sorprendida el 7 de marzo por las grandes explosiones accidentales en el recinto militar de Bata, su ciudad más grande. Las explosiones acabaron con la vida de más de 100 personas y causaron daños generalizados en los barrios circundantes. Estos sucesos han afectado negativamente a la actividad económica y han empeorado de forma considerable las posiciones fiscales y externas, lo que ha creado una importante brecha de financiamiento.
Con el programa respaldado por el Servicio Ampliado de Fondo (SAF) desviado de su curso, debido a que las reformas sobre gobernanza han llevado más tiempo de lo inicialmente previsto, no es posible responder de manera eficaz a la crisis humanitaria dentro del marco del SAF. Situar de nuevo el programa en la senda de cumplimiento llevará tiempo, ya que las autoridades continúan trabajando en medidas estructurales aún pendientes al tiempo que deben hacer frente, con una capacidad escasa, a la pandemia de COVID-19 y a las consecuencias de las explosiones de Bata.
Guinea Ecuatorial cumple los requisitos de admisibilidad para recibir apoyo en el marco del Instrumento de Financiamiento Rápido, ya que tiene una necesidad urgente de balanza de pagos que, si no se aborda, resultará en una nueva perturbación económica grave e inmediata. Aun después de que la Junta de Gobernadores del FMI aprobara la asignación de DEG, por USD 215 millones, en favor de Guinea Ecuatorial, persiste este déficit de la balanza de pagos.
¿Cuáles son los objetivos del desembolso en el marco del Instrumento de Financiamiento Rápido?
El 15 de septiembre, el Directorio Ejecutivo del FMI aprobó la solicitud de Guinea Ecuatorial de apoyo de emergencia equivalente a aproximadamente USD 67,38 millones en el marco del IFR. El objetivo central del IFR es proporcionar los tan necesarios recursos para satisfacer las necesidades urgentes de financiamiento derivadas de la destrucción generalizada de propiedades y de la pérdida de vidas que causaron las explosiones de Bata, junto con la creciente escala y gravedad del shock de la COVID-19.
Los recursos se desembolsarán como apoyo presupuestario directo para cubrir las necesidades de los grupos vulnerables, compensar a las víctimas de las explosiones, financiar la respuesta a la pandemia y estimular el tan necesitado aumento del gasto en ámbitos como la salud y la seguridad alimentaria.
Como los recursos del IFR cubrirán solo una fracción de las necesidades de financiamiento, se necesita apoyo de emergencia externo adicional para cubrir el resto de las necesidades. Así pues, las autoridades también buscan el apoyo de la comunidad internacional y se han comprometido a repatriar todos los activos financieros disponibles en el exterior, tan pronto como estén disponibles.
Situar de nuevo el programa respaldado por el SAF en la senda de cumplimiento contribuiría también a cubrir las brechas de financiamiento, inclusive actuando como catalizador del apoyo de los donantes.
¿Qué medidas de transparencia se han puesto en marcha para garantizar que los recursos se utilicen de forma adecuada?
La mejora de la gobernanza ha sido, y sigue siendo, una parte fundamental de la relación del FMI con Guinea Ecuatorial. Las autoridades están tomando medidas para garantizar que la asistencia financiera se utilice con los fines previstos y que todo el gasto de emergencia se contabilice de forma adecuada. En este sentido, las autoridades se comprometieron a un conjunto integral de medidas de gobernanza y transparencia en el marco del IFR, y han implementado cuatro medidas previas:
- El Parlamento aprobó una ley anticorrupción, de conformidad con las obligaciones y buenas prácticas internacionales, que el Presidente ha emitido.
- Se han contratado firmas internacionales independientes para trabajar en la auditoría de todos los gastos relacionados con la COVID-19 y la emergencia de Bata. Las autoridades se comprometen a finalizar las auditorías y a publicar sus resultados en el sitio web del Ministerio de Hacienda, para finales de septiembre de 2021 y finales de abril de 2022, respectivamente.
- Para mejorar la transparencia, las autoridades han establecido dos cuentas de depósito de garantía en el Banco de los Estados de África Central (BEAC) para los gastos de la pandemia y de la emergencia de Bata, que se fondearán con la cuenta existente del FMI en el BEAC, donde se realizará el desembolso del IFR, con los giros de estas cuentas sujetos a las normas del BEAC, que incluyen normas sobre transparencia y lucha contra el lavado de dinero.
Además, las autoridades también se adherirán a las buenas prácticas en la adquisición y adjudicación de contratos relativos a la emergencia de Bata y a la respuesta a la pandemia. Se han comprometido a publicar la información de los beneficiarios finales de las empresas adjudicatarias de los contratos una vez que se hayan adoptado y publicado las regulaciones sobre beneficiarios finales.
Los compromisos de las autoridades cuentan con el respaldo de la asistencia técnica del FMI. Véase también el siguiente cuadro con más información sobre las medidas previas cumplidas por las autoridades para respaldar sus reformas sobre gobernanza, transparencia y anticorrupción. Puede encontrarse más información sobre el programa de las autoridades en el Memorando del personal técnico del FMI sobre el SAF.
¿Cuáles son las perspectivas económicas de Guinea Ecuatorial y qué más se necesita para garantizar una trayectoria de crecimiento sostenible a mediano plazo?
La destrucción generalizada y la pérdida de vidas en Bata, junto con el reciente comienzo de una tercera ola de la pandemia de COVID-19, han empeorado las perspectivas a corto plazo. Se proyecta que el crecimiento del PIB real no petrolero para 2021 sea del 2,2%, lo que implica que el producto real a finales de 2021 se mantendrá por debajo de su nivel de 2019.
Las perspectivas se basan en la expectativa de que las autoridades pueden conseguir financiamiento suficiente para comenzar la reconstrucción, compensar a las víctimas y continuar respondiendo de forma adecuada a la pandemia. También se asume que las condiciones mundiales y nacionales comenzarán a mejorar en el segundo semestre de 2021.
Para garantizar un crecimiento inclusivo y sostenible, es importante realizar nuevos esfuerzos por salvaguardar el gasto social y fortalecer la protección social. La regularización de los atrasos públicos nacionales es fundamental para respaldar la recuperación de la economía no petrolera y fortalecer el sector financiero. A mediano plazo, es importante mejorar el clima empresarial, entre otras cosas, siguiendo con las reformas sobre gobernanza, con el fin de fomentar la diversificación económica.