Gracias a los nombramientos del pasado año, más bancos centrales que nunca tienen al frente a una mujer, aunque estos recientes avances aún dejan la proporción de gobernadoras muy por debajo de la paridad.
El número de mujeres gobernadoras ha aumentado a 29 este año, desde 23 el año pasado, aunque esto ha dejado la proporción de mujeres líderes en solo el 16% de los 185 bancos centrales del mundo, según un informe de abril del Foro Oficial de Instituciones Monetarias y Financieras (OMFIF). Un mayor equilibrio de género en los cargos directivos puede ayudar a aumentar la diversidad de ideas, así como los contrapesos y salvaguardias, lo que a su vez contribuye a una mayor estabilidad económica y financiera y a un mejor desempeño, según un estudio del FMI.
Los nombramientos de este año en Bosnia y Herzegovina y Papua Nueva Guinea son ejemplos de cómo las economías más pequeñas están impulsando los avances en el equilibrio de género, según OMFIF, un centro de estudios con sede en Londres sobre asuntos monetarios, económicos y de inversión.
El aumento de este año ha supuesto el mayor avance en más de una década de encuestas, aunque, como muestra el gráfico de la semana, los bancos centrales aún tienen mucho margen para lograr una mayor paridad de género entre las principales autoridades monetarias que dirigen la economía mundial.
Este dato se suma a la evidencia empírica sobre las dificultades a las que se enfrentan las mujeres en los bancos centrales, así como en la disciplina económica, donde siguen estando infrarrepresentadas incluso después de los continuos avances.
Una encuesta realizada el año pasado por el FMI al Banco Central Europeo (BCE) y sus homólogos del Grupo de los Siete mostró que menos de la mitad de los empleados de esas instituciones son mujeres, y que, en promedio, solo una tercera parte de las mujeres son economistas o gerentes. La situación pone de relieve que las políticas para eliminar las brechas de género solo han tenido un éxito parcial.
Isabel Schnabel, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, ha citado un importante desequilibrio de género en el campo de la economía; un desequilibrio que la institución está decidida a cambiar entre su propio personal. Schnabel señaló en un discurso de 2020 que las barreras no son insuperables, y que ofrecer oportunidades de mentoría y servicios de guardería puede ayudar a reducir los desequilibrios de género.
Las últimas incorporaciones a la lista de países en nombrar a una mujer como jefa del banco central se produjeron en enero, cuando Jasmina Selimović comenzó un mandato de seis años en Bosnia y Herzegovina y Elizabeth Genia fue nombrada para el cargo de máxima responsable después de servir como gobernadora interina. El año pasado, Michele Bullock se convirtió en la primera mujer en dirigir el Banco de la Reserva de Australia.
Camboya, Georgia, Moldova y Montenegro también nombraron a mujeres como jefas de sus autoridades monetarias el año pasado, según el índice de equilibrio de género de 2024 de OMFIF.
—Para más información, véase el reciente pódcast sobre igualdad de género y demografía con la economista de la Unidad de Inclusión y Género Lisa Kolovich, el informe de junio sobre la promoción de la igualdad de género y la solución a los retos demográficos, el pódcast de marzo de OMFIF sobre la igualdad de género en las instituciones financieras con Monique Newiak y Mariarosaria Comunale del FMI, y el blog de 2023 Women Struggle for Equal Pay and Progression at Central Banks.