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Los países pueden aprovechar su potencial tributario para financiar los objetivos de desarrollo

Las economías de mercados emergentes y de ingreso bajo cuentan con un potencial tributario importante pero desaprovechado de entre el 8% y el 9% del PIB

Las economías de mercados emergentes y en desarrollo necesitan USD 3 billones anuales hasta 2030 para financiar sus objetivos de desarrollo y la transición climática. Ese monto representa el 7% del producto interno bruto (PIB) conjunto de esos países en 2022 y plantea un enorme problema, especialmente para los países de ingreso bajo.

Nuestra nueva investigación revela que, si mejoran el diseño de la política tributaria y refuerzan las instituciones públicas, muchos países tienen potencial para incrementar su coeficiente impuestos/PIB, o presión fiscal, hasta en 9 puntos porcentuales, lo que les permitiría prestar servicios públicos básicos. El aprovechamiento de este potencial también impulsaría el desarrollo financiero y la capacidad empresarial del sector privado. Por su parte, la facilitación del financiamiento, junto con un gasto eficiente y debidamente focalizado, especialmente para reforzar las redes de protección social, puede contribuir sobremanera al desarrollo sostenible.

Avances estancados

La presión fiscal media en las economías de mercados emergentes y en desarrollo ha aumentado en torno a 3,5 puntos porcentuales, hasta los 5 puntos porcentuales, desde principios de la década de 1990. Ese aumento ha obedecido principalmente a los impuestos sobre el consumo, como el impuesto sobre el valor agregado y los impuestos especiales.

Algunos países han tenido un éxito notable a la hora de recaudar ingresos, como Albania, Argentina, Armenia, Brasil, Colombia y Georgia, y han movilizado el equivalente a más de 5 puntos porcentuales del PIB. Gran parte de este incremento se registró antes de la crisis financiera mundial de 2008, lo que hace pensar que los progresos han sido difíciles y frágiles ante los recientes shocks.

Asimismo, la recaudación de ingresos desde principios de la década de 1990 ha variado sustancialmente entre los países. La mitad de las economías de mercados emergentes y dos tercios de los países de ingreso bajo registraron un coeficiente impuestos/PIB en 2020 inferior al 15%, un punto de inflexión por encima del cual el crecimiento parece acelerarse. Además, los países ricos en recursos naturales normalmente han generado menos ingresos tributarios, ya que los gobiernos bajaron los impuestos al obtener más ingresos gracias a los recursos naturales.

Los países tienen un margen considerable para recaudar más ingresos sobre la base de su potencial tributario, es decir, el máximo que un país puede recaudar en función de su estructura económica y sus instituciones. Observamos que los países de ingreso bajo pueden incrementar la presión fiscal hasta en 6,7 puntos porcentuales en promedio.

Al mejorar la calidad de las instituciones públicas hasta el nivel de las instituciones de las economías de mercados emergentes, lo que incluye reducir la corrupción, se obtendría un incremento adicional de 2,3 puntos porcentuales. El potencial recaudatorio total, de 9 puntos porcentuales del PIB —un muy notable incremento de dos tercios con respecto al coeficiente impuestos/PIB de 2020—, ayudaría enormemente a que el Estado cumpla su función crucial en el desarrollo.

Asimismo, las economías de mercados emergentes pueden incrementar la presión fiscal en un promedio de 5 puntos porcentuales, y si mejoraran sus instituciones hasta el nivel de las economías avanzadas podrían obtener entre 2 y 3 puntos porcentuales más.

Algunas autoridades esperan recaudar más ingresos gracias a la colaboración internacional en curso para gravar los beneficios de las grandes empresas multinacionales. No obstante, el impacto directo de esta iniciativa en la recaudación probablemente represente apenas una fracción mínima de las necesidades de ingresos generales, como se explica en un documento de políticas publicado en febrero.

Reformas esenciales

Con el fin de incrementar la capacidad fiscal, los gobiernos tendrán que adoptar un enfoque holístico basado en las instituciones que se centre en aprovechar las principales políticas tributarias internas. Compartimos los siguientes consejos específicos: