Por Sriram Balasubramanian y Paul Cashin
Encaramado en el Himalaya oriental entre India y China, Bhután, con unos 735.000 habitantes, es un país excepcional en términos geográficos y sociales. Pero también tiene un enfoque excepcional a la hora de formular políticas.
Desde comienzos de la década de 1970, su modelo de desarrollo económico refleja los principios de la filosofía budista y el desarrollo holístico, que gira en torno a la protección del medio ambiente y el énfasis en el papel de la felicidad y el bienestar colectivo de la población. El concepto de felicidad nacional bruta (FNB) y su correspondiente índice guían la formulación de las políticas públicas del país. Para establecer los indicadores del índice, el Centro de Estudios Bhutaneses elaboró un cuestionario detallado que abarca los nueve "dominios" considerados cruciales para reflejar los valores y los principios de la felicidad nacional: bienestar psicológico, salud, uso del tiempo, educación, cultura, buena gobernanza, resiliencia ecológica, vitalidad de la comunidad y niveles de vida.
El énfasis en la felicidad busca complementar el papel fundamental que cumple el ingreso monetario en el modelo de desarrollo internacional, impulsado por el producto interno bruto (PIB). El PIB mide el valor de mercado de todos los bienes y servicios producidos por una economía y a menudo sirve de indicador representativo del bienestar. Cuanto más producimos, mejor tendríamos que estar. Desde este punto de vista, a Bhután le ha ido bien en el correr de los años. El PIB real per cápita creció de aproximadamente USD 400 en 1980 a alrededor de USD 2.800 en 2016, y el país está cerca del nivel de un país de mediano ingreso.
Nuestro gráfico de la semana, tomado de un estudio reciente del personal del FMI, ilustra la evolución del PIB real de Bhután entre 1980 y 2017, y muestra una amplia tendencia creciente del PIB real per cápita, que prácticamente se sextuplicó en ese período.
La medición de la felicidad a través del índice de felicidad nacional bruta también muestra una mejora, pero mucho menor. El índice de FNB proviene de encuestas realizadas en 2008, 2010 y 2015. Las tendencias actuales indican que Bhután probablemente vaya a seguir la paradoja de Easterlin, explicada en más detalle en el estudio, que sostiene que el aumento del ingreso per cápita no se refleja del todo en un aumento del bienestar.
El Gobierno Real de Bhután creó los indicadores de la FNB en 2005 para que el concepto pasara de ser teórico a mensurable. Los indicadores buscan determinar si los programas y las políticas están acordes con los valores de la FNB. El gráfico que figura a continuación muestra que el nivel global de felicidad mejoró en 2015 en comparación con la encuesta anterior.
En el relevamiento de 2015, 51% de los hombres se consideraba “feliz” o “sumamente feliz”, en comparación con 39% de las mujeres solamente. Análogamente, alrededor de 55% de la población urbana era “feliz” o “sumamente feliz”, frente a apenas 38% de la población rural. Entre las ocupaciones, los agricultores eran los menos felices.