A lo largo de una década de crecimiento espectacular, la demanda de teléfonos inteligentes ha generado un nuevo ciclo tecnológico mundial que el año pasado produjo un teléfono nuevo por cada cinco habitantes del planeta.
A lo largo y a lo ancho de Asia, se creó así una cadena de suministro compleja y cambiante, que transformó las exportaciones y el crecimiento en varios países. Si bien nuestro análisis reciente de las exportaciones chinas de teléfonos inteligentes hace pensar que el mercado internacional podría estar saturado, la demanda de otros productos electrónicos continúa sustentando una creciente producción de semiconductores en Asia.
La tecnología es la nueva estrella del comercio internacional
Los teléfonos inteligentes han pasado a ser un indicador clave del comercio internacional. En 2016 las ventas mundiales ascendieron a casi 1.500 millones de unidades. Los teléfonos inteligentes son la principal plataforma informática para muchas personas en el mundo entero, en reemplazo de las computadoras personales. Como muestra el gráfico, su demanda ha dado un fuerte salto, mientras que las ventas de computadoras han caído.
Este cambio ha dado pie a la formación de intrincadas y dinámicas cadenas de suministro de artículos electrónicos en Asia. En 2016 China exportó USD 107.000 millones en teléfonos inteligentes al resto del mundo, cifra que equivale a 5% de la exportación total del país. En Corea del Sur, que es el principal proveedor de componentes para teléfonos inteligentes, las exportaciones de semiconductores representaron 17% del total de exportación. Asimismo, en el punto máximo del ciclo, los componentes destinados a la producción de teléfonos inteligentes representaron más de un tercio del total de exportaciones de la provincia china de Taiwan, 15% de las exportaciones de Singapur y Corea del Sur, y 11% de las de Malasia.
No es fácil encontrar datos sobre el valor agregado por el nuevo ciclo tecnológico. Sin embargo, los datos de la OCDE sobre el valor que le añaden al PIB los sectores de las computadoras, los artículos electrónicos y los componentes ópticos revelan las magnitudes en juego. En Corea del Sur, esos tres sectores representaron 7,4% del valor agregado total en 2013. En 2012, el coeficiente de Japón fue 2,1%, y el de Irlanda, 2,0%. Los porcentajes probablemente hayan aumentado de manera sustancial desde entonces, como producto del nuevo ciclo tecnológico.
Ciclo tecnológico creciente
La demanda de teléfonos inteligentes es sumamente cíclica y está relacionada con el lanzamiento de nuevos modelos. Por lo tanto, la producción y el comercio internacional de varios países asiáticos se encuentran ahora sumamente correlacionadas y han llevado a la formación de un nuevo ciclo tecnológico que es diferente del de las computadoras personales de antaño.
Nuestro estudio muestra que la estacionalidad normal no puede captar el nuevo ciclo tecnológico: este depende, en la práctica, de las fechas de lanzamiento de los iPhones de Apple Inc. El ciclo puede dividirse en dos componentes. El primero es la fase previa al lanzamiento, durante la cual varios países asiáticos exportan componentes a China, el productor de la mayoría de los teléfonos inteligentes. El segundo es la fase posterior al lanzamiento, durante la cual China envía teléfonos inteligentes al resto del mundo. Ambas etapas tienen un fuerte impacto en el crecimiento y el comercio exterior de Asia y otras regiones.
El lanzamiento de los sucesivos modelos del iPhone de Apple es el principal determinante del nuevo ciclo tecnológico. Las ventas del iPhone, que reflejan el auge de la demanda internacional, se dispararon de 35,1 millones de unidades en el primer trimestre de 2012 a 78,3 millones en el último trimestre de 2016. Se está perfilando un patrón trimestral claro: las ventas del segundo y tercer trimestres suelen ser más flojas debido a las expectativas de un nuevo lanzamiento en el cuarto. La amplitud de este patrón quedó establecida recién con el lanzamiento del iPhone 6/6 Plus en septiembre de 2014. El impacto se traslada claramente del cuarto trimestre al primero, en vísperas del Año Nuevo chino.
Prueba de que el mercado mundial está saturado
Nuestro análisis lleva a pensar que este nuevo ciclo tecnológico podría haber tocado máximos a fines de 2015 y alcanzado un nivel elevado en septiembre de 2015. Tenemos en cuenta la caída de producción que ocurre durante la quincena en que cierran las fábricas todos los años por el Año Nuevo chino.
El mercado interno chino de teléfonos inteligentes se contrajo por primera vez en 2017, y Apple sufrió una disminución interanual de las ventas del iPhone en el cuarto trimestre de ese año. Si bien la industria continúa proyectando un aumento de las ventas de unidades, nuestro análisis sugiere que los fabricantes de teléfonos inteligentes quizá tengan que recurrir a subidas de precios para sustentar un aumento ininterrumpido de los ingresos.
Al mismo tiempo, Asia continúa capturando cuota de mercado de otros dispositivos electrónicos que atraen cada vez más consumidores, como las computadoras instaladas en automóviles, los electrodomésticos inteligentes y los dispositivos ponibles. La demanda tendencial de semiconductores exportados por Corea del Sur continúa acelerándose, a pesar de la disminución de las ventas mundiales de teléfonos inteligentes. La tendencia subyacente de los pedidos de artículos electrónicos de exportación conserva el vigor en la provincia china de Taiwan.
Este ciclo tecnológico basado en la producción de teléfonos inteligentes se ha transformado en un nuevo e importante motor de la economía mundial. Aunque el mercado internacional de los teléfonos inteligentes quizás esté saturado, la demanda de otros productos electrónicos continúa alimentando la producción asiática de semiconductors.