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La riqueza de hoy, la promesa de mañana: Políticas más eficaces para gestionar los recursos naturales

A menudo se mira con envidia a los países con abundantes recursos naturales: tienen pocas dificultades financieras, y eso debería contribuir a acelerar su desarrollo económico. No obstante, la realidad es otra. Los países con abundantes recursos naturales —normalmente, petróleo, gas o minerales— han registrado, en promedio, un desempeño relativamente menos favorable que los países que no son ricos en recursos.

Ello plantea una de las eternas preguntas sobre la formulación de las políticas económicas. ¿Cómo afrontar los retos sociales y económicos que se derivan de la abundancia de recursos naturales? O, tomando prestadas las palabras de uno de los ponentes de la conferencia, el Profesor Thorvaldur Gylfason (Universidad de Islandia), ¿cómo evitar que “la riqueza natural se convierta en una maldición para la población?”.

Fomentar el diálogo sobre políticas

Aunque no es un tema nuevo, resulta especialmente importante para algunas economías de África en las que recientemente se han descubierto recursos naturales que pronto podrán explotarse. Por lo tanto, a principios de noviembre, el Instituto del FMI, en cooperación con el Banco de Argelia, organizó un Seminario de Alto Nivel sobre Recursos Naturales, para examinar los retos que afrontan estos países y extraer enseñanzas de la experiencia de los países que han gestionado con éxito sus recursos naturales.

Una de las ventajas de ser un organismo internacional integrado por casi todos los países del mundo es que el FMI ha acumulado experiencias y prácticas buenas y malas de las que las autoridades económicas pueden aprender y beneficiarse. Por lo tanto, es un foro ideal que permite reunir a las autoridades y expertos económicos para analizar las políticas que han sido eficaces y las que no, es decir, aprender mutuamente y de la historia. Los participantes de Botswana, Chile, Noruega y México analizaron las experiencias de sus países, y los representantes de algunos otros países también fueron bastante directos al examinar las políticas que, según su experiencia, habían dado resultado y las que no.

Temas comunes

En Argelia enseguida vimos las ventajas de intercambiar ideas. Observamos que los representantes de los países en que recientemente se han descubierto recursos naturales, como Ghana y Uganda, tuvieron la oportunidad de plantear preguntas directamente a los expertos y a las autoridades económicas de otros países acerca de sus políticas. Se mencionaron varios temas.

Muchos participantes reconocieron las dificultades de negociar contratos con grandes empresas multinacionales de extracción de recursos sobre el reparto de los costos de exploración y la distribución de beneficios.

Una segunda cuestión universal es cómo se deberían compartir los beneficios entre las generaciones actuales y futuras.

El trasfondo de estas cuestiones relacionadas específicamente con los recursos naturales es la necesidad de mantener un entorno macroeconómico estable y previsible para permitir a los países aprovechar su patrimonio de recursos naturales. También en este caso, se solicitaron comentarios al FMI sobre una variedad de asuntos macroeconómicos, como el diseño de políticas fiscales, las políticas monetarias y cambiarias para hacer frente a la volatilidad de los ingresos provenientes de los recursos naturales, y la eficacia de las “políticas industriales” diseñadas para favorecer a sectores específicos (por ejemplo, a través de políticas comerciales ventajosas o subsidios presupuestarios).

Continuar el diálogo sobre políticas

Aunque el debate en Argelia fue fructífero y variado, sería ingenuo pensar que existe una solución rápida para resolver una cuestión que plantea dificultades a los países desde hace años.

No obstante, si este seminario —cuyas actas publicaremos en un libro— ha llevado a las autoridades económicas a reflexionar acerca de las dificultades que plantea la gestión del patrimonio de recursos naturales, habremos logrado nuestros objetivos. Es necesario realizar consultas continuas en las que también participe la sociedad civil, y mantener un enfoque cooperativo.

El FMI se compromete a formar parte de este diálogo. Además de llevar a cabo consultas en materia de políticas a nivel de los países, continuaremos realizando actividades en dos amplios frentes: