Hemisferio Occidental
Perspectivas económicas - Las Américas: Historia de dos ajustes
mayo de 2017
En un contexto de deslucido crecimiento mundial en 2016, la economía mundial está experimentando cambios subyacentes en su panorama económico y de políticas. Desde el pasado octubre, las perspectivas de las economías avanzadas para 2017–18 han mejorado, lo cual refleja mejores perspectivas de crecimiento en Estados Unidos, Europa y Japón, junto con cierto repunte en las manufacturas y el comercio y un probable estímulo fiscal en Estados Unidos. Ante el cambio previsto en el conjunto de políticas de Estados Unidos, incluida una contracción monetaria más rápida y una mayor fortaleza del dólar, el ánimo de los mercados en las economías avanzadas ha mejorado y los mercados de acciones se han mostrado vigorosos. Las condiciones financieras internas se volvieron inicialmente más desfavorables en los mercados emergentes, donde las perspectivas de crecimiento han empeorado levemente, pero las condiciones de los mercados han mejorado visiblemente desde entonces. En general, se prevé que el crecimiento mundial aumente moderadamente en 2017 y 2018 pero con una amplia dispersión de los riesgos alrededor de este escenario base. Una incertidumbre a más largo plazo rodea la dirección y el alcance de los cambios en las políticas de Estados Unidos. Las vulnerabilidades mundiales incluyen una creciente ola de nacionalismo económico en las principales economías avanzadas, caracterizado por una mayor antipatía hacia el comercio exterior, la inmigración y la globalización.
Informes y enlaces relacionados:
- 1. Un cambiante panorama mundial y las perspectivas para Estados Unidos y Canadá
- 2. América Latina y el Caribe: Trazando la ruta hacia un mayor crecimiento
- 3. Ajuste externo frente a desplazamientos de los términos de intercambio
- 4. Factores determinantes de los flujos de capitales y el papel de la base inversora en América Latina
- 5. Migración y remesas en América Latina y el Caribe: ¿Estabilizadores macroeconómicos y motores del crecimiento?
1. Un cambiante panorama mundial y las perspectivas para Estados Unidos y Canadá
En un contexto de deslucido crecimiento mundial en 2016, la economía mundial está experimentando cambios subyacentes en su panorama económico y de políticas. Desde el pasado octubre, las perspectivas de las economías avanzadas para 2017–18 han mejorado, lo cual refleja mejores perspectivas de crecimiento en Estados Unidos, Europa y Japón, junto con cierto repunte en las manufacturas y el comercio y un probable estímulo fiscal en Estados Unidos. Ante el cambio previsto en el conjunto de políticas de Estados Unidos, incluida una contracción monetaria más rápida y una mayor fortaleza del dólar, el ánimo de los mercados en las economías avanzadas ha mejorado y los mercados de acciones se han mostrado vigorosos. Las condiciones financieras internas se volvieron inicialmente más desfavorables en los mercados emergentes, donde las perspectivas de crecimiento han empeorado levemente, pero las condiciones de los mercados han mejorado visiblemente desde entonces. En general, se prevé que el crecimiento mundial aumente moderadamente en 2017 y 2018 pero con una amplia dispersión de los riesgos alrededor de este escenario base. Una incertidumbre a más largo plazo rodea la dirección y el alcance de los cambios en las políticas de Estados Unidos. Las vulnerabilidades mundiales incluyen una creciente ola de nacionalismo económico en las principales economías avanzadas, caracterizado por una mayor antipatía hacia el comercio exterior, la inmigración y la globalización.
2. América Latina y el Caribe: Trazando la ruta hacia un mayor crecimiento
A la par de cambios importantes en el panorama mundial, las economías de América Latina y el Caribe continúan recuperándose de la recesión regional de 2016. Se espera que la actividad económica en la región repunte gradualmente este año y el próximo, pero las perspectivas han empeorado con respecto a lo proyectado en octubre pasado, y el crecimiento a mediano plazo sigue siendo bajo, aproximadamente de 2,6 por ciento. La inflación está cediendo en varias economías, a medida que se disipa el efecto de traspaso de las últimas depreciaciones. Al mismo tiempo, los riesgos para el crecimiento han aumentado, en un contexto de mayor crecimiento en las economías avanzadas, pero también de mayor incertidumbre en términos de las políticas a nivel mundial, con una posible reorientación en el régimen de políticas de Estados Unidos, un auge del nacionalismo económico en las economías avanzadas y un potencial endurecimiento de las condiciones financieras internacionales. En medio de este complicado contexto externo, se requiere apuntalar los ajustes fiscales y externos con el fin de preservar y reponer los márgenes de maniobra. La definición de una ruta hacia un crecimiento mayor, sostenible y más equitativo requerirá también de reformas estructurales más vigorosas destinadas a cerrar brechas en la calidad de la infraestructura; a mejorar el clima de negocios, la gestión de gobierno y los resultados en ducación; y a promover la participación de la mujer en la fuerza laboral a fin de estimular el crecimiento a mediano plazo y fomentar la convergencia hacia los niveles de ingreso de las economías avanzadas.
3. Ajuste externo frente a desplazamientos de los términos de intercambio
America Latina se encuentra en el medio de un proceso de ajuste a un marcado y persistente desplazamiento en sus terminos de intercambio. En el pasado, el ajuste externo ante shocks negativos de los terminos de intercambio solia ocurrir a traves de un deterioro de la demanda interna y una compresion de las importaciones (efectos ingreso negativos), y no tanto a traves de un crecimiento mas fuerte de la oferta y una recuperacion de las exportaciones, a pesar de la depreciacion real. En cambio, el ajuste que esta en curso refleja un mayor uso de la flexibilidad del tipo de cambio como amortiguador de los shocks. La depreciacion real genero un pequeno impulso a las exportaciones y una reduccion de las importaciones mas marcada que en episodios pasados, con una reorientacion de la demanda a favor de los bienes producidos internamente. En su conjunto, si bien el efecto sobre el ingreso parece seguir siendo fuerte, el efecto de reorientacion del gasto se habria tornado mas relevante. Estos efectos han aliviado la carga sobre la demanda interna, reduciendo el “coeficiente de sacrificio” del ajuste externo para los regimenes de tipo de cambio flexible en America Latina. Ademas, como el uso de regimenes flexibles es cada vez mas generalizado, el costo asociado con la rigidez del tipo de cambio ha aumentado en la region, ya que los shocks comunes han dado lugar a una importante apreciacion multilateral de las monedas menos flexibles. La capacidad de reaccion agregada de las exportaciones ante la depreciacion real tambien oculta diferencias dentro y entre los paises. En terminos de ratio de participacion a nivel mundial, el desempeno de las exportaciones responde de manera mas significativa a las variaciones de los precios relativos en los productos que no son materias primas y para los exportadores que comercian mayormente bienes manufacturados. La flexibilidad cambiaria puede por lo tanto respaldar las politicas estructurales que buscan reorientar los recursos hacia los sectores no relacionados con las materias primas.
4. Factores determinantes de los flujos de capitales y el papel de la base inversora en América Latina
Tras una década de fuertes entradas de capitales, América Latina experimenta ahora un crecimiento económico más débil y entradas de flujos financieros más atenuadas que acompañan el fin del superciclo de las materias primas. Los factores mundiales, muy especialmente los precios internacionales de las materias primas, tienen una fuerte asociación con los movimientos cíclicos de las entradas de capitales a los mercados emergentes. Esto es particularmente cierto en el caso de América Latina. Al mismo tiempo, factores estructurales específicos de cada país, tales como una buena gestión de gobierno y sólidos marcos institucionales y regulatorios, cumplen una función clave en atraer flujos de capitales en horizontes de más largo plazo. En cuanto a sus vulnerabilidades, los flujos de capitales en países con mercados financieros más profundos y bases inversoras internas amplias y estables muestran una menor sensibilidad a los shocks externos, mientras que una mayor presencia de inversores extranjeros y una mayor apertura de las cuentas de capital incrementan dicha sensibilidad. Otros aspectos de las políticas públicas, como la flexibilidad del tipo de cambio, también pueden mitigar las vulnerabilidades de los flujos de capitales hacia la región.
5. Migración y remesas en América Latina y el Caribe: ¿Estabilizadores macroeconómicos y motores del crecimiento?
Los flujos migratorios y de remesas en América Latina y el Caribe (ALC) —normalmente hacia Estados Unidos y procedentes de esta economía, respectivamente— tienen importantes efectos económicos y sociales en los países de origen de los migrantes. En este capítulo se examinan las recientes tendencias de la migración exterior en ALC y las remesas hacia esta región, así como sus costos y beneficios. La migración exterior, considerada de manera aislada, puede reducir el crecimiento en los países de origen a través de la disminución de la oferta de mano de obra y la productividad, pero las remesas enviadas por los trabajadores migratorios a sus países de origen son un factor atenuante, ya que constituyen una fuente importante y relativamente estable de financiamiento externo, sobre todo en América Central y el Caribe, y ayudan a mitigar el impacto de los shocks económicos. No obstante, la dependencia de la regi&oacsute;n de las remesas procedentes principalmente de Estados Unidos puede plantear riesgos para la estabilidad macroeconómica, por razones cíclicas y, lo que es más importante, por posibles cambios en las políticas relacionadas con la inmigración. Pueden aplicarse políticas específicas en los países de origen orientadas a reducir la migración exterior y sus consiguientes consecuencias negativas. En particular, la aplicación de reformas estructurales, orientadas a aprovechar la reserva de trabajadores altamente calificados y capacitados a fin de fomentar la diversificación económica en el país, probablemente ayudará a reducir la “fuga de cerebros”. Asimismo, dado el papel clave que desempeñan las remesas en el financiamiento y la estabilización, convendría apoyar las políticas que reduzcan los costos de transacción y fomenten el uso de los canales formales de intermediación.