El FMI ofrece USD 50.000 millones para hacer frente al coronavirus

4 de marzo de 2020

El FMI ofrece aproximadamente USD 50.000 millones a través de servicios financieros de emergencia con rápido desembolso a países de bajo ingreso y de mercados emergentes que podrían solicitar apoyo. De esa suma, USD 10.000 millones están a disposición de los miembros más pobres, libres de intereses, mediante el Servicio de Crédito Rápido.

Palabras de apertura de Kristalina Georgieva, Directora Gerente del FMI, en la rueda de prensa celebrada junto con David Malpass, Presidente del Grupo Banco Mundial, sobre la respuesta al coronavirus; 4 de marzo de 2020

¡Buenos días! Arrancamos temprano con David Malpass, en una teleconferencia a las 7 de la mañana con el Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI), el órgano rector que representa a nuestros 189 países miembros.

Pero antes de proseguir querría expresar mi profunda pesar por todo el sufrimiento que está causando este estallido del coronavirus.

Todos somos conscientes de que la situación que crea la propagación del coronavirus es muy grave y bien podría empeorar. Esto nos afecta a todos.

Comenzaré exponiendo las razones que me llevaron a pensar que esta teleconferencia era necesaria:

  • Primero, para poner nuestras hipótesis sobre el impacto potencial en la economía mundial dentro del contexto de lo que sabemos y de lo que aún no sabemos sobre el coronavirus.
  • Segundo, para centrarnos en un marco de reflexión sobre el shock y sobre la manera en que todos —los países miembros, el FMI y otras instituciones internacionales— podemos dar apoyo a los afectados por esta crisis de manera eficaz y coordinada.
  • Tercero, con ese ánimo de cooperación, aprender los unos de los otros y, sobre todo, de los más expuestos al estallido de la enfermedad.

Lo que sabemos

Sabemos que esta enfermedad se está propagando con rapidez. Teniendo en cuenta que más de un tercio de nuestros países miembros están afectados directamente, esta ha dejado de ser una cuestión regional: se trata de un problema mundial que necesita una respuesta mundial.

Sabemos también que en algún momento la enfermedad dará marcha atrás, pero no sabemos cuándo esto sucederá.

Sabemos que se trata de un shock un tanto inusitado porque afecta a elementos significativos tanto de la oferta como de la demanda.

  • La oferta se verá trastornada por la morbilidad y la mortalidad, y también por la campaña de contención que obstaculiza la movilidad y encarece la actividad comercial debido a las limitaciones de las cadenas de suministro y la restricción del crédito.
  • La demanda también disminuirá debido a la agudización de la incertidumbre, la mayor precaución en el comportamiento, las iniciativas de contención y el aumento de los costos financieros, que reduce la capacidad de gasto.
  • Estos efectos no respetarán fronteras.

La experiencia sugiere que alrededor de un tercio de las pérdidas económicas causadas por la enfermedad serán costos directos, impuestos por la pérdida de vidas, el cierre de lugares de trabajo y las cuarentenas. Los otros dos tercios serán indirectos, atribuibles a la pérdida de confianza de los consumidores, el comportamiento de las empresas y el deterioro de las condiciones financieras.

Lo alentador es que los sistemas financieros son más resilientes que antes de la crisis financiera mundial. Sin embargo, el reto principal en este momento es manejar la incertidumbre.

En todos los escenarios, el crecimiento mundial de 2020 será más bajo que el del año pasado. En qué medida y durante cuánto tiempo es algo difícil de predecir y dependería de la epidemia, pero también de lo oportuno y eficaz de nuestra actuación.

Esto es particularmente difícil para los países con sistemas de salud y capacidad de respuesta más débiles, y requiere un mecanismo de coordinación internacional que acelere la recuperación de la demanda y de la oferta.

Cómo responder a nivel de los países miembros

La prioridad número uno en términos de la respuesta fiscal es garantizar un gasto de salud de primer orden para proteger la salud de la gente, cuidar a los enfermos y frenar el avance del virus. No puedo hacer suficiente hincapié en la urgencia de intensificar las medidas de salud y en la necesidad de asegurar la producción de suministros médicos para que la oferta esté a la altura de la demanda.

Segundo, posiblemente se necesiten medidas de política macrofinanciera para afrontar los shocks en la oferta y la demanda a los que hice referencia. Lo ideal sería desplegar medidas de resultados garantizados que suavicen y acorten el impacto económico. Deberían ser puntuales y estar focalizadas en los sectores, las empresas y los hogares más afectados.

Un enfriamiento generalizado de la demanda a través de los canales de la confianza y los efectos de derrame —entre otras cosas, el comercio internacional y el turismo, los precios de las materias primas y el endurecimiento de las condiciones financieras— requeriría una política de respuesta adicional para apuntalar la demanda y asegurar una oferta de crédito adecuada.

Tercero, se necesitará también suficiente liquidez para neutralizar los riesgos para la estabilidad financiera.

En síntesis, la situación evoluciona con rapidez y debemos estar preparados para dar una respuesta más contundente y coordinada si las condiciones lo exigen. Por eso, fue una satisfacción constatar en la declaración del G-7 publicada ayer que el Grupo está listo para cooperar en mayor medida con medidas oportunas y eficaces.

Qué puede hacer el FMI

El FMI, por su parte, está listo para ayudar a los países miembros.

Hay muchos países miembros en peligro: los que tienen sistemas de salud débiles o insuficiente margen de maniobra para aplicar políticas, los exportadores de materias primas expuestos a shocks de los términos de intercambio, y otros que son particularmente vulnerables a los efectos de derrame.

Me preocupan especialmente los países miembros de bajo ingreso y los más vulnerables, cuyas necesidades de financiamiento podrían aumentar rápidamente a medida que escale el costo económico y humano del virus.

Nuestro personal técnico está dedicado en este momento a determinar qué países son vulnerables y estimar sus posibles necesidades de financiamiento en caso de que la situación empeore.

El FMI cuenta con recursos para dar apoyo a los miembros:

En síntesis

Nuestro mensaje unido al público es:

  • El FMI está totalmente comprometido con el objetivo de brindar respaldo a los países miembros, en particular a los más vulnerables.
  • Contamos con las herramientas para ayudar.
  • Estamos coordinando estrechamente con las instituciones socias.

Gracias nuevamente, y le doy la palabra a David.

Departamento de Comunicaciones del FMI
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