Comunicado de la Trigésima Tercera Reunión del Comité Monetario y Financiero Internacional bajo la presidencia del Sr. Agustín Carstens, Gobernador del Banco de México

16 de abril de 2016

Comunicado de Prensa No. 16/169 (S)
16 de abril de 2016

La economía mundial continúa expandiéndose de forma moderada, pero el ritmo del crecimiento mundial ha sido tenue por un período prolongado, y las perspectivas se han deteriorado ligeramente desde octubre. Si bien la evolución reciente permite vislumbrar ciertas mejoras en la actitud, la volatilidad de los mercados financieros y la aversión al riesgo han aumentado, debido en parte a la revaluación del crecimiento potencial. Además, persiste la considerable desaceleración del comercio mundial. La recuperación en muchas economías avanzadas está restringida por una combinación de demanda débil, bajo crecimiento de la productividad y los legados que persisten de la crisis. La actividad en las economías de mercados emergentes y en desarrollo se ha enfriado, aunque todavía aporta la mayor parte del crecimiento mundial. A escala mundial, los precios más bajos de las materias primas han afectado negativamente a los exportadores, mientras que su impacto en el crecimiento a corto plazo de los importadores de energía ha sido menos positivo de lo esperado.

Los riesgos a la baja para las perspectivas de la economía mundial han aumentado desde octubre, dando lugar a la posibilidad de una desaceleración más generalizada y una retracción repentina de los flujos de capital. Al mismo tiempo, las tensiones geopolíticas, las crisis de refugiados y el shock de la posibilidad de que el Reino Unido abandone la Unión Europea plantean riesgos de efectos de contagio. En este contexto, es importante reforzar la confianza en nuestras políticas.

Respuesta en materia de políticas

Reafirmamos nuestro compromiso con un crecimiento mundial vigoroso, sostenible, inclusivo, con abundante empleo y más equilibrado. Para conseguirlo, emplearemos una combinación de políticas más potente y equilibrada. La ejecución de reformas estructurales y políticas macroeconómicas que se refuercen mutuamente —mediante el uso de todas las herramientas de política, de forma individual o colectiva— es vital para estimular el crecimiento efectivo y potencial, afianzar la estabilidad financiera y eludir los riesgos de deflación. Comunicar clara y eficazmente la orientación de las políticas será fundamental para limitar la volatilidad excesiva en el mercado y los efectos de contagio negativos.

  • Se necesita una política fiscal propicia para el crecimiento en todos los países. El objeto de las estrategias fiscales debe ser apoyar la economía, disponiendo para ello el uso flexible de la política fiscal con el fin de afianzar el crecimiento, la creación de empleo y la confianza, al tiempo que se refuerza la capacidad de resistencia y se garantiza que la deuda como proporción del PIB esté en una trayectoria sostenible. La política tributaria y el gasto público tienen que favorecer el crecimiento en la mayor medida posible, lo que incluye priorizar el gasto a favor de la inversión de alta calidad.


  • Debe seguir aplicándose una política monetaria acomodaticia en las economías avanzadas en que las brechas del producto son negativas y la inflación está por debajo del nivel fijado como meta, en consonancia con los mandatos de los bancos centrales y teniendo en cuenta los riesgos para la estabilidad financiera. La política monetaria por sí sola no es suficiente para lograr un crecimiento equilibrado y sostenible, y por lo tanto tiene que ir acompañada de otras políticas de respaldo. En varias economías de mercados emergentes, la política monetaria deberá abordar el efecto que tiene sobre la inflación el debilitamiento de las monedas. En los casos en que sea viable, se debe utilizar la flexibilidad cambiaria para amortiguar el impacto de los shocks externos, incluidos los shocks de los términos de intercambio.


  • Es necesario impulsar las reformas estructurales, aprovechando las sinergias con otras políticas para apoyar la demanda. Cada país debe establecer un orden de prioridad y una secuencia adecuada para las reformas estructurales. Los países exportadores de materias primas y de bajo ingreso deben implementar políticas para promover la diversificación económica.


  • Sigue siendo importante implementar de manera oportuna, plena y coherente las reformas financieras acordadas, incluidas las normas de Basilea III y de capacidad total de absorción de pérdidas (TLAC), a fin de reforzar la capacidad de resistencia del sistema financiero. Deben proseguir los esfuerzos para facilitar el saneamiento de los balances del sector privado. Las economías avanzadas tienen que abordar los legados que persisten de la crisis. Las economías de mercados emergentes necesitan vigilar sus exposiciones en moneda extranjera y reforzar su capacidad para soportar shocks financieros. Es necesario realizar más análisis y buscar más soluciones, cuando corresponda, a fin de prevenir que el proceso de reducción del riesgo (“de-risking”) impida indebidamente el acceso a los servicios financieros, lo cual incluye las relaciones con los bancos corresponsales.


  • La cooperación mundial es necesaria en varios frentes, entre otros aspectos, para garantizar el buen funcionamiento del sistema monetario internacional; dar un nuevo ímpetu a la integración comercial a escala mundial; combatir la corrupción y mejorar la gestión de gobierno; abordar cuestiones relacionadas con la tributación internacional, como la transparencia; hacer frente a los desafíos de origen no económico, incluidos los relacionados con los refugiados; e implementar y llevar a término de manera coherente el programa de reforma de la regulación financiera internacional, entre otras formas, con políticas orientadas a transformar el sistema bancario paralelo en una fuente estable de financiamiento de mercado. Reiteramos nuestro compromiso de abstenernos de cualquier forma de proteccionismo y de devaluaciones competitivas, y de permitir que los tipos de cambio respondan a la evolución de los fundamentos económicos.

Operaciones del FMI

El FMI ha de cumplir una función clave para facilitar una respuesta de políticas más contundente por parte de los países miembros.

  • Asesoramiento en materia de políticas y supervisión: Respaldamos los esfuerzos para profundizar el análisis del impacto de las reformas estructurales macroeconómicas de importancia crítica, como la nueva iniciativa para hacer más eficiente la inversión en infraestructura y de los principios que han de guiar el establecimiento de prioridades. A efectos de mejorar la combinación de políticas que permita lograr un crecimiento fuerte, equilibrado y sostenible, apoyamos las labores destinadas a identificar prioridades específicas en cada país para una política fiscal basada en una evaluación meticulosa de las posiciones fiscales, y para determinar ámbitos en que la política fiscal puede desempeñar un papel más amplio y eficaz, compatible con el objetivo de preservar la sostenibilidad de la deuda. Esperamos con interés la evaluación de las experiencias y las políticas de los países miembros para hacer frente a los flujos de capitales, y aplaudimos los planes para integrar los estudios sobre la gestión de los flujos de capitales y las políticas macroprudenciales con el fin de aportar información para la gestión del riesgo macroeconómico y financiero. Esperamos con interés el análisis sobre las implicaciones de las tasas de interés de política monetaria negativas. Celebramos los esfuerzos para mejorar el análisis de los tipos de cambio. Celebramos asimismo los planes para examinar un marco de opciones para reducir los riesgos derivados del creciente endeudamiento de las empresas y los hogares y del legado no resuelto de las crisis en los bancos.


  • El sistema monetario internacional: Aplaudimos la reciente evaluación realizada sobre el sistema monetario internacional y la red mundial de seguridad financiera para determinar los aspectos que deben considerarse más a fondo. Reiteramos que las políticas sólidas y la supervisión eficaz por parte del FMI siguen siendo la piedra angular de la prevención de crisis. Coincidimos en que contar con una red de seguridad financiera mundial sólida y coherente —con un FMI dotado con recursos adecuados como eje central— es importante para el funcionamiento eficaz del sistema monetario internacional, para salvaguardar la estabilidad y para ayudar a aprovechar las ventajas de una mayor integración financiera. Solicitamos al FMI que continúe analizando cómo reforzar la red mundial de seguridad financiera, por ejemplo a través de una cooperación más eficaz con los mecanismos de financiamiento regionales. El FMI analizará las razones para una asignación general de DEG y la declaración de datos sobre las reservas oficiales en DEG. Respaldamos el examen sobre el posible uso más amplio del DEG.


  • Reevaluación de los instrumentos de crédito: Hacemos hincapié en la función central que desempeña el FMI para apoyar los ajustes y promover la implementación eficaz de políticas sólidas. En este contexto, y a la luz de los riesgos detectados, solicitamos al FMI que analice formas de afianzar su estrategia para ayudar a los países miembros a gestionar la volatilidad y la incertidumbre, por ejemplo a través de la asistencia financiera, inclusive de carácter precautorio. Reconocemos los retos particulares que enfrentan los países exportadores de materias primas y destacamos la función que el FMI ha de cumplir para ayudarlos en los procesos de ajuste. Esperamos con interés los estudios sobre instrumentos no financieros, como por ejemplo un mecanismo de señalización de las políticas que abarque a los mercados emergentes y las economías avanzadas.


  • Apoyo a los países de bajo ingreso: Celebramos la continua labor del FMI para apoyar la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, así como los continuos esfuerzos para promover el crecimiento y reforzar la capacidad de resistencia en los Estados frágiles. Aguardamos con interés las deliberaciones sobre cómo mejorar el acceso de los países al apoyo financiero precautorio y el examen de las prácticas aplicadas actualmente con respecto a la combinación de los recursos de la Cuenta de Recursos Generales y del Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (FFCLP). También aguardamos con interés la satisfactoria conclusión de los esfuerzos que se están realizando para movilizar recursos adicionales de préstamo para el FFCLP y ampliar el grupo de contribuyentes. Apoyamos los esfuerzos para integrar más estrechamente el fortalecimiento de las capacidades con el asesoramiento en materia de políticas, en particular los planes para ayudar a los países de bajo ingreso a potenciar sus esfuerzos de movilización de recursos internos, y teniendo en cuenta también cuestiones relativas a la tributación internacional. Celebramos el examen actualmente en curso sobre el Marco de Sostenibilidad de la Deuda elaborado conjuntamente por el FMI y el Banco Mundial para países de bajo ingreso.


  • Abordar otros desafíos a los que se enfrentan los países miembros: Pedimos al FMI que siga colaborando con el Consejo de Estabilidad Financiera, el Grupo Banco Mundial y otras instituciones pertinentes para ayudar a consolidar una visión sobre las razones y el alcance de las operaciones de reducción de riesgo que realizan las instituciones financieras internacionales y su impacto en las economías de mercados emergentes y en desarrollo, y que proporcione asesoramiento y contribuya al fortalecimiento de las capacidades, cuando corresponda. Nos complace la interacción cada vez mayor del FMI con los Estados pequeños. Celebramos las labores que se proponen con respecto a otros desafíos a los que se enfrentan los países miembros —conforme al mandato del FMI y en los casos en que revistan importancia crítica desde el punto de vista macroeconómico— y que guardan relación con los siguientes temas: migración, desigualdad del ingreso, desigualdad de género, inclusión financiera, corrupción, cambio climático y avances tecnológicos, entre otras formas aprovechando los conocimientos especializados de otras instituciones. Para ayudar a los países a gestionar los efectos de contagio provenientes de fuentes no económicas, como los importantes flujos de refugiados y las epidemias mundiales, el FMI debe estar preparado para contribuir, conforme a su mandato, inclusive en las iniciativas mundiales. Esperamos con interés un examen de la Nota de Orientación sobre la función del FMI en cuestiones relacionadas con la gestión de gobierno. Alentamos al FMI a que continúe ayudando a los países a afianzar sus instituciones para abordar el problema de los flujos financieros ilícitos. Encomiamos los avances logrados en el esfuerzo de Argentina para poner fin a una disputa de una década y recuperar el acceso a los mercados internacionales de capital. También celebramos sus esfuerzos y los realizados por otros países para normalizar sus relaciones con el FMI.

Recursos y gestión de gobierno del FMI

Nos complace enormemente la entrada en vigor de los aumentos de las cuotas en el marco de la Decimocuarta Revisión General de Cuotas y de la Séptima Enmienda sobre la reforma del Directorio Ejecutivo del FMI. Instamos al Directorio Ejecutivo a trabajar expeditivamente para concluir la Decimoquinta Revisión General de Cuotas, lo que incluye una nueva fórmula para determinar las cuotas, antes de las Reuniones Anuales de 2017, y aguardamos con interés la presentación de un informe al respecto en nuestra próxima reunión. Se espera que toda realineación en virtud de esta Revisión dé lugar a aumentos de las cuotas relativas de las economías dinámicas acordes con su posición relativa en la economía mundial y, por ende, de las cuotas relativas de los países de mercados emergentes y en desarrollo en su conjunto. Estamos comprometidos a proteger la voz y la representación de los países miembros más pobres. Reafirmamos nuestro compromiso de que el FMI siga siendo una institución sólida, basada en cuotas y con una dotación adecuada de recursos. Reiteramos la importancia de preservar la alta calidad del personal del FMI y de mejorar su diversidad en términos de origen regional, género y formación académica, así como la importancia de promover la diversidad de género en el Directorio Ejecutivo.

Celebramos el nombramiento de la Sra. Christine Lagarde para un segundo mandato de cinco años como Directora Gerente del FMI, y del Sr. David Lipton como Primer Subdirector Gerente del FMI. Confiamos en que seguiremos contando con su excelente y firme liderazgo para hacer frente a los desafíos del próximo período.

Nuestra próxima reunión tendrá lugar en la ciudad de Washington los días 7–8 de octubre de 2016.

La lista de asistentes figura en: http://0-www-imf-org.library.svsu.edu/external/spanish/spring/2016/imfc/attendees/index.htm

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